El Complejo Castañares Voleibol Club se ve amenazado por una serie de problemas administrativos y conflictos internos. Jorge Alejandro Guanca, presidente del club, expuso la crítica situación que ha llevado al equipo a enfrentarse a desalojos, cambios injustificados y maltrato por parte de la actual gestión del predio donde siempre entrenaron.
En mayo de este año, el Complejo Castañares Voleibol Club celebra cuatro décadas de historia, pero no todo es celebración. La entidad deportiva enfrenta uno de los momentos más difíciles de su existencia. Desde que Javier Márquez fue designado como encargado del complejo ubicado en calle Cánepa esquina Anduaga del icónico barrio de la zona norte salteña, hasta las recientes decisiones de Javier Luna -designado en el cargo con posterioridad-, el club ha experimentado una serie de cambios y desafíos que amenazan con poner fin a su legado.
El drama comenzó hace ya muchos años, cuando Castañares se convirtió en el único barrio en Salta Capital con un club dedicado al voleibol. A lo largo de su historia, el club ha enfrentado problemas con la administración de las instalaciones antes mencionadas, desde denuncias de acoso sexual hasta la designación de personal no calificado. La situación se volvió insostenible cuando, tras ser desalojados temporalmente, tuvieron que entrenar en una plaza durante seis meses.
La llegada de la nueva presidencia, encabezada por Jorge Alejandro Guanca, trajo consigo la esperanza de un cambio positivo. Sin embargo, la gestión anterior dejó secuelas, como la pérdida de horarios, cambios arbitrarios en el uso del complejo y la inclusión de otras disciplinas sin previo aviso. Guanca, en una carta enviada a este medio, expresó su confianza en que esta nueva presidencia pueda poner fin a las injusticias que el club ha sufrido desde 2006.
A pesar de los desafíos, el Complejo Castañares Voleibol Club mira hacia el futuro con determinación. La creación de la fundación «Escuelas Sociales y Deportivas de Alto Rendimiento Salta» busca expandir el voleibol en barrios desfavorecidos. Con proyectos como la Federación de Clubes de Barrio Salta, el club espera recuperar su estatus y brindar oportunidades a jóvenes talentos. En medio de la adversidad, este emblemático club salteño se aferra a la esperanza de un renacimiento deportivo.