El proyecto ya tiene media sanción del senado nacional, pero el oficialismo tiene problema con los números en diputados. Los indecisos son objeto de todas las miradas. El salteño es uno de ellos.
Los legisladores del Frente de Todos y Juntos por el Cambio ya tienen el voto decidido. Los primeros votaran a favor y los segundos en contra. Hay un grupo de indecisos que el gobierno nacional observa con atención. Dos bloques chicos que supieron colaborar con el Gobierno para sancionar sus principales leyes: Unidad Federal para el Desarrollo (Udeso) y el interbloque federal, un mix de lavagnistas, socialistas santafesinos, los cuatro de Córdoba Federal. Por acá también orbita el salteño Andrés Zottos.
«Ni Alberto ni Massa pueden sacar la ley por un voto con una manifestación en las calles. Al menos una parte de Cambiemos tiene que ayudar», declararon a La Política Online dos federales, que en estos días hablaron entre ellos y coincidieron en bajar el perfil. Entienden que el presidente intentó dar un primer paso cuando convocó a la quinta de Olivos al senador Martín Lousteau el fin de semana y otra señal fue el sorpresivo retroceso de Oscar Parrilli con la cláusula para denunciar a los medios.
Entre los diputados del oficialismo la reforma judicial todavía no es un tema de agenda: ni se tocó en la reunión de bloque que, por Zoom, tuvieron al mediodía. En Cambiemos hay cierta euforia por la certeza de tener frenada la ley, pero la visita de Lousteau a la quinta de Olivos levantó las antenas de algunos, porque cuenta con 3 diputados afines que podrían ser claves para que Alberto no vea naufragar una de las leyes que más anunció.
Además, algunos referentes de la UCR y el PRO sueñan con juntar 129 votos en contra, lo necesario para llegar al quórum y abrir el recinto, convocar a una sesión especial para rechazar la ley y dejarla en el olvido, lo que ocasionaría un golpe muy duro para el Gobierno.
Los poroteos no están tan claros para nadie. Los más entusiastas de Cambiemos creen que contarán con los 116 propios, la ayuda que siempre se espera de los 2 de izquierda para sesionar; los 4 cordobeses, los 2 socialistas santafesinos, 2 del bloque de Ramón que vienen votando en contra (Beatriz Ávila y Antonio Carambia) y los 3 de bloque Consenso Federal de Roberto Lavagna.
Mantienen en una zona gris a Bucca y al salteño Andrés Zottos, quienes colaboraron con los artículos más polémicos de la moratoria y la ampliación presupuestaria del Gobierno, pero pusieron reparos con la reforma judicial. Como Camaño, pidieron «un consenso amplio» que no parece fácil de alcanzar. Ávila se expresó en contra pero Carambia aún no. «El proyecto aún lo estoy estudiando con mis asesores», dijo a LPO el hermano del intendente de Las Heras, una ciudad de la provincia de Santa Cruz.
Con estos números, en el oficialismo hay quienes confían en llegar con lo justo y buscar una victoria pírrica con el voto de Massa y el retorno de José Ignacio de Mendiguren, que se tomó licencia para presidir el Bice pero tiene su banca virtual lista para cuando lo desee porque no le permitieron jurar a su reemplazante, Marcelo Díaz, por su cercanía a Margarita Stolbizer. Otros aceptan el llamado de cordura de barajar y dar de nuevo que piden los posibles aliados. Los demás esperan. Ninguno está apurado.