jueves 28 de marzo de 2024
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Volvemos al siglo XIX | La sífilis vuelve con todo en la franja etaria de 15 a 24 años

Los profesionales de la salud recurren a adjetivos para dimensionar lo que está pasando con la sífilis. Hablan de un “fenomenal” y “alarmante” aumento, que ya no les genera sorpresa, pero sí creciente preocupación.

Según Omar Sued, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y director de Investigaciones Médicas en la Fundación Huésped, el alza “se está viendo desde hace varios años en hombres que tienen sexo con hombres, en mujeres transgénero, pero también en la población en general”, declaró el profesional al diario Clarín que publicó un largo informe en su edición de hoy.

Ese medio enfatizó que en nuestro país, “la tasa de casos reportados en varones y mujeres se cuadruplicó entre 2013 y 2018 (creció un 330%: pasó de 11,7 a 50,4 cada 100 mil habitantes), con un pico en el grupo de los jóvenes de 15 a 24 años. En 2018 se notificaron 22.428, casi un 16% más que en 2017. También crecen año a año los casos de sífilis congénita (transmitida de madre a hijo durante el embarazo)”.

Según los expertos, el fenómeno es mundial. “El descenso constante en el número de casos registrado en el último tercio del siglo XX se revirtió en forma contundente. En Europa también se registra un aumento en la última década. En 2017, la tasa se disparó 70% respecto de 2010. Y por primera vez desde inicios del milenio el viejo continente registró más casos de sífilis que nuevas infecciones por VIH, según un informe reciente del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC). Aquí la paradoja: mientras los datos epidemiológicos muestran una reducción o estabilización en los nuevos casos de VIH, en contrapartida otras infecciones de transmisión sexual (ITS) no dejan de crecer”, reporta el informe.

Las razones que explicarían este hecho incluyen cambios en las conductas sexuales, el uso de drogas de diseño y la reducción de las medidas de protección en las relaciones sexuales.

“Los menores de 30 y los mayores de 50 prácticamente no usan preservativo. Los menores porque no vivieron la peor etapa del VIH y el sida y los mayores porque nunca lo usaron y ahora les cuesta adaptarse. El uso de alcohol y otras drogas legales e ilegales también tiene muchísimo que ver. A veces vienen al consultorio con una ETS, les preguntás cómo fue que la contrajeron y no se acuerdan ni cómo, ni con quién estuvieron, ni con cuántos, ni siquiera si lo disfrutaron. Y hay otra moda llamada chemsex, el uso de drogas potenciadoras para poder tener sexo con más de una persona durante varios días, que si bien en Argentina no se ve mucho, también se practica”, explicaron los expertos.

La sífilis es una infección producida por la bacteria Treponema pallidum (TP), que se transmite fundamentalmente por contacto sexual y vertical (durante el embarazo o el parto). Su evolución se divide en varias etapas: primaria, secundaria, serológica o latente y terciaria. Una pequeña llaga o úlcera llamada chancro es su primera manifestación. Suele aparecer en la boca, el ano, el pene o la vagina. “En general es indolora y se cura sola, por lo que a veces el paciente no consulta -o consulta y lo diagnostican mal-, no hace el tratamiento correcto y la enfermedad avanza, por más que las lesiones se vayan. Aún sin síntomas, en esta etapa la infección se transmite. Obviamente, cuando hay lesiones y son mucosas, es más infectante”, explicaron los expertos.

Si no se trata la infección, las lesiones -en el caso de que las haya- desaparecen espontáneamente y la infección permanece “dormida” durante un buen tiempo, sólo detectable a través de pruebas de laboratorio. Varios años después sobreviene la etapa terciaria, cuyos síntomas pueden incluir dificultad de movimiento de brazos y piernas, parálisis, entumecimiento, ceguera y enfermedades del corazón. De uno a cuatro pacientes no tratados pueden padecer neurosífilis en cualquiera de las etapas de la enfermedad.

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