viernes 19 de abril de 2024
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La viuda salteña | Cornejo: la papelonera que abandona su trabajo cuando critican a Macri

La legisladora firmó más proyectos en favor de CABA que de Salta. A pesar de que viaja a costa del Estado, ayer se fue del Congreso cuando Alberto Fernández pidió investigar a los responsables de la deuda externa. (Daniel Avalos)

El discurso de Alberto Fernández en la inauguración de las sesiones ordinarias legislativas fue el esperado. Uno de los ejes del mismo fue la deuda con el FMI, una de las presiones externas que pueden ahogar los mejores propósitos de gobierno. El presidente confirmó que sigue en pie la intención de que la Justicia investigue las responsabilidades de quienes contrajeron esa deuda. Ahí vino el berrinche de los legisladores del PRO, que también era esperable.

El berrinche se tradujo en un retiro generalizado del recinto. Entre ellos marchaba la salteña Virginia Cornejo, que posteó en su cuenta de Twitter el escueto comunicado del bloque: una señal de repudio ante “el relato mentiroso y sesgado sobre la deuda pública en Argentina” (…) que “insulta la inteligencia de los argentinos”. Cornejo, por supuesto, se siente parte de esa inteligencia colectiva que ataca resueltamente al relato. Horas después desenfundó de nuevo el teclado para insistir que la deuda “insostenible” la contrajeron Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Son los grandes problemas de la política actual. La metodología está más cerca de la magia que de la ciencia; es sólo funcional cuando las mentes brillantes utilizan las redes sociales para los propios; sirven de ejemplos para quienes creen que el éxito consiste en postear fantasías; y en el mejor de los casos ayudan a dar una definición de falacia: razonamientos que se construyen artificialmente con la clara intencionalidad de manipular a los demás con conceptos falsos.

Sería largo explicar aquí el origen de esa deuda monstruosa. Contentémonos con recordar tres datos duros: los 44 mil millones de dólares contraídos por la gestión de Macri con el FMI no incluyeron otros 11 mil millones que Alberto Fernández pidió al organismo no desembolsar porque las deudas, como dijo Emmanuel Álvarez Agis, «son como la falopa»: primero es rica, pero después te mata. Dinero al que Macri recurrió porque los prestamistas privados le cortaron el flujo tras haberle girado 66 mil millones durante sus dos primeros años de gestión, deuda que Martín Guzmán restructuró en 2021 con quitas importantes pero cuyos pagos pautados para este año sofocarán más a la economía argentina.

El tercer dato es la confesión de uno de los arquitectos de la deuda: el ex ministro de Finanzas macrista, Nicolás Dujone, quien atribuyó al kirchnerismo el mérito de haber dejado un país relativamente desendeudado para posibilitar la orgía de préstamos como se puede ver en el video que compartimos.

Con semejantes datos puros y duros, llama la atención que la mentira resulte verosímil para un sector de la sociedad. Habrá que admitir entonces algunas cosas: los macristas tienen éxito al emplear la mentira como herramienta política; el formidable poder de la estructura de medios para formatear subjetividades sin importar que lo que dicen se corresponda o no; la férrea voluntad del votante PRO por comerse el sapo del fracaso del experimento meritocratico con tal de mantener su convicción antiperonista; la impericia del propio Alberto Fernández, que muchas veces no puede escapar al rol de comentarista político televisivo que ocupó entre el 2008 y mayo del 2019.

Pero volvamos a Virginia Cornejo. Ya no para indagar en las falacias a las que se suma, sino como parte de un elenco macrista que la reduce a simple actriz de reparto que acata lo que dice el guion del PRO, ya sea levantarse de la banca o apoyar causas que no tienen nada que ver con Salta. Lo hace aunque viaje ida y vuelta de Salta a Buenos Aires en pasajes aéreos pagados por el Estado. Aunque obedecer a sus patrones partidarios implique abandonar su puesto de trabajo, obtenido gracias al voto de los salteños, a quienes les debe responder, aunque no lo haga.

Admitamos, no obstante, que la salteña parece sentirse totalmente a gusto con ese papel. Ensayemos una explicación al respecto: la Vicky es una típica comarcana encandilada por las luces de la gran ciudad, una mujer convencida de que la historia transcurre en la metrópolis porteña y que sus personajes estelares provienen de las civilizadas elites siempre dispuestas a combatir las desmesuras de tiranos o tiranas capaces de manipular a la plebe idiotizada que suele vivir en el conurbano bonaerense o en el interior.

¿Qué puede importarle a Cornejo ser silueta secundaria en un escenario que evidentemente le fascina? Por eso mismo un repaso por sus proyectos en el Congreso Nacional muestra que las iniciativas a las que se sumó –tiene poquísimos proyectos individuales– son para defender a CABA y a sus históricos gobernantes: “Solicitar al Ministerio Público Fiscal disponga de oficio ordene la captura de Facundo Jones Huala”; “Expresar repudio por los afiches contra la Dra. Patricia Bullrich, el Ing. Mauricio Macri y la Lic. María Eugenia Vidal, referidos a la Gestapo Sindical”; “Pedido de informes al ministro de Economía, Dr. Martín Guzmán, sobre diversas cuestiones relacionadas a las medidas adoptadas por el Ente Regulador de la Electricidad a causa de los cortes de energía eléctrica en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”; “Expresar repudio por el auto de procesamiento efectuado por el juez federal Martín Bava a Mauricio Macri”; “Expresar beneplácito por el premio ´Ciudad Inteligente 2021´ otorgado a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires…”; “Expresar repudio por las manifestaciones del ministro de Seguridad de la Nación, doctor Aníbal Fernández, contra el ex presidente Mauricio Macri”.

La enumeración de proyectos de este tipo podría continuar. Se caracterizan por tener como objeto de interés territorios distintos al salteño y como figuras de devoción a los llamados halcones porteños del PRO. Cuando uno los lee, siente que Virginia Cornejo transita por una franja indefinible de la dimensión política. Es entonces cuando uno opta por explicar lo absurdo a través de lo estrafalario. Para ello debemos recurrir a lógicas no siempre reivindicadas por la ciencia política. Esas que el común de la gente denomina “saber popular” y que tiene por objeto observar, clasificar, interpretar y hasta desmontar las conductas cotidianas de los hombres y mujeres comunes cuyos razonamientos, como lo dijera Rodolfo Walsh hace décadas en “Operación Masacre”, “suelen ser acertadas en las cosas concretas”.

Y es que aun cuando Macri no ha muerto ni física ni políticamente, el saber popular bien podría sentenciar que Virginia Cornejo defiende al ex presidente como las viudas reivindican a sus extintos esposos. Viudas que en el momento mismo de la partida irreparable del ser amado, se entregan a la vitalicia tarea de glorificarlo. Las viudas y los viudos son así: difunden entre los presentes una biografía de las personas muertas que casi nunca se corresponde con la realidad, aunque indefectiblemente responde a la forma en que hubieran querido que se las valoren.

Cualquier semejanza entre este tipo de conductas y la de Virginia Cornejo para defender a Macri es pura realidad. Una de las pocas diferencias entre las viudas auténticas y la actual diputada nacional por Salta es que esta última potencia lo cursi al infinito. Las loas de Cornejo a Macri, en definitiva, representan el fracaso de la elegancia, el fracaso de la política y el triunfo de la chatura intelectual.

Virginia Cornejo (arriba a la derecha) abandona el Congreso junto al resto de los legisladores del PRO.

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