jueves 28 de marzo de 2024
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Vía libre | Policías salteños golpearon, robaron, escupieron y amenazaron, pero no irán presos

Dos uniformados fueron condenados a prisión condicional y a una inhabilitación por tres años para trabajar en empleos o cargos públicos por apremios ilegales contra dos jóvenes.

La historia de siempre: policías salteños acusados de abuso de autoridad, de golpes, de robo, de amenazas. La historia de todas las semanas, de todos los años. La historia de una fuerza plagada de delincuentes de uniforme. En las últimas horas hubo dos nuevas razones para pensarlo.

Esas razones tienen nombre y apellido: Raúl Martínez, de 32 años, y Félix Castillo, de 35 años, que pertenecían a la Dirección Seguridad Urbana del Valle de Siancas y fueron condenados un año y seis meses de prisión condicional más inhabilitación por tres años para el desempeño de empleo o cargo público por haber golpeado, escupido, robado y amenazado a dos jóvenes en marzo de 2020. Prisión condicional. Es decir, no irán presos.

Fiscales Penales informó que el hecho sucedió el 13 de marzo de 2020, cuando los dos policías llegaron en un patrullero hasta el río Saladillo, donde dos jóvenes se encontraban. Los uniformados iniciaron un interrogatorio. Les preguntaban por el origen de la moto que tenían allí. Luego les pidieron sus datos y los requisaron.

Poco después comenzaron las amenazas y las agresiones. Uno de los policías tomó del cuello a uno de los jóvenes y lo hizo caer al suelo. El otro efectivo le puso las esposas en ambas manos y empezó a darle puntapiés en la cara y diferentes partes del cuerpo. Mientras tanto, el policía restante agredía al otro joven.

El chico que estaba tirado y esposado en el suelo tenía cuatro mil pesos en su poder. Los policías se lo quitaron. «Cada vez que te veamos, te vamos a quitar plata», le dijeron y lo metieron al patrullero junto a su amigo.

Dentro del móvil, los dos policías le apuntaban con un arma en la cabeza a uno de los jóvenes y le decían: «Te vamos a matar a vos y la porquería que está al lado tuyo». Luego uno de ellos lo escupió y volvió a golpearlo en el rostro y el cuerpo. Ambos efectivos se reían.

Posteriormente, un médico legal constató las lesiones: equimosis en párpado inferior izquierdo, en región lateral del cuello, región pectoral, brazo derecho e izquierdo, pierna izquierda y escoriaciones en la región cigomática izquierda, antebrazo, hemitórax izquierdo, rodilla izquierda, y pierna derecha.

La Fiscalía Penal de Derechos Humanos sostuvo que «los sujetos activos del delito, siendo funcionarios policiales y debiendo velar por la seguridad del detenido, llevaron a cabo conductas totalmente contrarias a lo que se espera de ellos, pues, en la situación de detención produjeron apremios hacia a integridad física del denunciante, resultando reprochable tal conducta, pues importaron un agravio a la dignidad de la persona, al exteriorizar a través de actos físicos (golpes) la determinación de producir el sufrimiento causado».

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