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«¿Usted ya viajó a Japón?» | Osvaldo Soriano y el recuerdo de Menem, Tartagal y la estratosfera

En el cumpleaños 90 del ex presidente, recordamos un texto del escritor.

El 17 de marzo de 1996, Osvaldo Soriano publicó el texto «Estratosfera» en la contratapa del diario Página 12. Era un nuevo artículo de «Llamada internacional», la sección en la que el escritor y periodista recreaba una falsa comunicación telefónica entre el encargado de una supuesta publicación llamada Creáse o no y el corresponsal de Buenos Aires. Los diálogos servían para opinar sobre la Argentina de esos días con ironía y humor.

«Estratosfera» se basaba en el anuncio que el entonces presidente Carlos Saúl Menem había realizado en Tartagal. El famoso discurso de los viajes espaciales que nos depositarían en Japón en pocos minutos. Hoy, que Menem cumple noventa años, su frase en un colegio del interior salteño sobre la revolución del transporte quizás sea la más famosa de todas las de su gestión.

A continuación reproducimos el texto de Soriano:

– Oiga, lo llamo para que me explique ese asunto de los viajes a la estratosfera que inauguró el Presidente en Córdoba. Hace unos días lo consagramos Hombre del Año en el Créase o no, lo pusimos en la tapa y ahora necesito ir explicando a los lectores por qué lo hicimos. ¿Usted ya viajó a Japón?
– No, si todavía no se inauguró.
– Los científicos acá en Europa están muy impresionados porque no preveían cambios en la aviación por lo menos hasta el 2010.
– No es un avión, es otra tecnología.
– Nunca imaginé que la Argentina tuviera un desarrollo así, tan notable. ¿Cómo es?
– El qué.
– El aparato. El nombre del proyecto es Tartagal, ¿no?
– Qué sé yo. Lo anunció ahí, a los pibes del colegio.
– Muy bien hecho, los chicos son los científicos del futuro. ¿Es un avión nuclear, un plato volador… qué?
– Debe ser un piróscafo de Yabrán para tirar a Cavallo al espacio y que caiga en Japón.
– ¿Quién es Yabrán?
– Un amigo de Menem. Cavallo dice que maneja una mafia y que quiere asesinarlo.
– ¡Cómo va a estar en la mafia si es amigo de Menem! ¡Sea razonable, hombre!
– No se imagina el reto que le pegó el Presidente esta semana… Le dijo de todo, se lo quiere sacar de encima, pero no hay caso, no renuncia ni a palos. Ahora con el piróscafo usted pone al tipo ahí, lo dispara desde Córdoba y en un rato está en la atmósfera; después se sitúa en la estratosfera y al cabo de una vuelta por el espacio sideral aterriza en Japón.
– ¿Es necesario?
– Bueno, se acortan mucho los viajes…
– Digo si es necesario hacerles eso a los japoneses. Mire que nunca se sabe como pueden reaccionar.
– Si el que llega es Cavallo pueden declararlo héroe, condecorarlo, cualquier cosa que lo tenga distraído.
– ¿Sabe qué, estimado? La atmósfera está dentro de la estratosfera, no después… ¿Qué clase de ingenieros tienen ahí?
– No sé, el Presidente lo contó así.
– Después de leer a Sócrates, seguro. Yo lo declaro Hombre del Año y usted quiere hacerlo quedar como un ignorante.
– De ninguna manera. Estoy glosando sus palabras con el mayor respeto. Si Cavallo fuese el primer pasajero y se olvidara de volver o le pasara algo, haría feliz a mucha gente.
– ¡Fantasías suyas! Le deben la estabilidad y un lugar en el mundo. Estoy seguro de que Menem lo va a nombrar candidato para el noventa y nueve. Lo deja empollando y vuelve en el 2003.

– ¿Quiere que le escriba unas líneas?
– Hágame el favor. Estoy preparando un informe especial con muchos avisos de IBM y me gustaría que el ministro quede bien prado, ¿me entiende? Necesito que me escriba una nota suave, cariñosa, en la que el hombre aparezca en todos sus matices. Afable, comprensivo, dinámico…
– Me va a ser difícil…
-¡Siempre dice lo mismo para sacarme más plata! Hay quinientos pesos, ni uno más, los toma o los deja.
– Es que Menem le descabezó cuatro amigos, se dijeron de todo, salió como loco en el programa de Grondona… Yabrán debe estar festejando con Dom Perignon… Parece que se queda con el Correo, las comunicaciones, todo.
– A ver, piense un poco: Yabrán es amigo de Menem, ¿sí?
– Exactamente. Orgulloso de serlo.
– Y quiere matar a Cavallo.
– Eso dice el ministro.
– Pero Cavallo es amigo de Menem.
– Tanto como eso…
– Si es amigo va, habla con Yabrán e intercede.
– No sé si es tan fácil.
– Sí, porque como prenda de paz le ofrece el Correo y salva a su hombre. Esto no lo escriba porque nos hace quedar mal a todos, pero no se haga el que no sabe. ¿Qué dice Alfonsín?
– Salió a apoyar a De la Rúa. La Porta está feliz.
– ¿Y Chacho Álvarez?
– Amigo de Cavallo. Fue el primero que llamó cuando se sintió amenazado por Yabrán.
– ¿No era de izquierda?
– Se modernizó. Ahora de izquierda son monseñor Casaretto, monseñor Laguna, Hesayne…
– Oiga, no se meta con los curas. El que se mete con los obispos, pierde. Acuérdese de Perón en el ’55.
– Menem los llamó hipócritas, necios e ignorantes.
– ¡Epa! Y Cavallo, ¿qué opina?
– Que se vayan a dar misa. Las mujeres a la cocina, los curas en la iglesia y Yabrán a Tribunales.
– Pucha, cómo me gustaría vivir ahí. Un país excitante, movido, con gente corajuda… Explíqueme lo del piróscafo a la estratosfera.
– Creo que es como un cohete. Lo suben bien alto a las sierras de Córdoba y le prenden la mecha.
– ¿Está seguro? No será que Yabrán quiere llevar más rápido las cartas?
– No sé, igual falta mucho, hay que ajustar tuercas y buscar gente que quiera viajar a Japón.

– Entonces seguro que lo inaugura Duhalde. Me dijeron que va a venir a Europa a hacernos una visita, que ya se ve presidente de la República.
– No sé, mire que volvió Palito y en una de ésas se prende en la fórmula con Cavallo.
– Para el 2011, dice usted.
– Nunca se sabe. Con los garrotazos de la policía, los boliches que Duhalde quiere cerrar a las tres y la embestida de Palito, en una de ésas tenemos Menem para rato.
– Sería una bendición, mire. ¿Se acuerda lo aburridos que eran los radicales?
– Claro, pero para conseguir la reelección Menem necesita que Cavallo tenga éxito.
– Bueno, al menos impidió que lo asesinaran. Es más de lo que Johnson hizo por Kennedy. ¿Me va a escribir la nota?
– ¿Pongo la pelea entre las mujeres? Chiche Duhalde le dijo a Sonia Cavallo que su marido no tiene más sensibilidad que la de los números.
– ¡Rebelión de curas, rebelión de mujeres! Ponga que Cavallo lucha sin tregua contra nuevas formas de populismo y marxismo. No hable de informática, hágalo quedar como víctima de una conspiración. Mándeme la foto aquella en la que se lo ve llorando por los jubilados.
– Mire que en una de ésas el día que publica la nota el hombre ya no es un héroe. En una de ésas ya lo han puesto en el cohete t está en la estratosfera.
– Igual me sirve. Si no es héroe será mártir.

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