martes 23 de abril de 2024
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Tartagal | Reconocen a joven salteña que hace ladrillos de plástico para viviendas de criollos y wichí

María Espinoza tiene 26 años y es de Tartagal. Es parte de la fundación Narices Chatas. Busca una enfardadora y una bloquera para poder sostener y ampliar las fuentes de trabajo.

La prensa nacional se hizo eco del reconocimiento y el pedido. El diario Tiempo Argentino, por ejemplo, destaco que la joven recibió un diploma y un premio en reconocimiento al trabajo que realiza reciclando botellas de plástico para la elaboración de plásti-ladrillos. Su cortometraje obtuvo el segundo lugar en un festival local.

“La historia de María Espinoza está llena de nostalgia. Su mirada transmite el sufrimiento y la tristeza de todo un pueblo, culpa de la miseria y el olvido social que padece Tartagal. Ella está a cargo de su mamá, sus ocho hermanos y es la única referente del hogar. Con esmero trabaja todos los días aplastando botellas con los pies para poder llevar comida a su casa. En los últimos días recibió un reconocimiento simbólico de la Municipalidad de esa ciudad: pero lo real es que la joven y sus compañeras necesitan recursos” destacó el informe de Tiempo Argentino.

El trabajo de María comenzó hace tres años cuando se acercó a Fundación Narices Chatas a pedir que “me enseñe a fabricar ladrillos para poder hacer mi casa, mejorar mis condiciones de vida y las de mi familia”, contó María a T.A.. “Con mis compañeras también construimos baños para la comunidad wichí que está totalmente desprotegida, así es la vida en Tartagal, muy triste”.

 “Hace tres años que juntamos botellas de plástico con mis compañeras, desde que se declaró la pandemia por el Covid-19 empezamos a ver que abundaba, estaban desparramadas por todos lados y nadie las recogía” reconstruyó María. Luego de realizar varias reuniones “vimos la posibilidad de generar algo productivo alrededor de esto; el reciclaje, que además de permitirnos hacer nuestras casas, así también contribuimos en la lucha por cuidar el medio-ambiente”, agregó la joven.

 “El trabajo se realiza con una enfardadora, mezclamos el plástico molido con arena, así, con ese material, hacemos ladrillos” explicó. Luego construyen casas y baños “para la gente del barrio y la comunidad wichí. Todo esto nos impulsa a generar más redes para construir algo productivo entre las personas del territorio” aseguró.

 “Pero lo real es que necesitamos ayuda del Estado municipal, provincial y nacional para poder construir algo mejor para todas las personas de Tartagal, muchas de nosotras no tenemos el plan Potenciar Trabajo Argentina (PTA), esto es fundamental para llevar adelante este proyecto” imploró María. Siguió explicando que eso “sería un reconocimiento al trabajo que nosotras venimos haciendo hace años separando el plástico transparente del de color”.

María remarcó que en este mes esperan la visita de la Fundación Eco Inclusión, la primera en desarrollar plásti-ladrillo en la provincia de Córdoba. “Ellos nos van a traer una bloquera porque la que usamos es prestada. Nos hace falta una enfardadora para hacer el trabajo y sumar a más compañeras para que trabajen”.

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