Se trata de Rosana Bertone, mandataria de Tierra del Fuego. Se había referido al tema en el 2015, aunque su caso reflotó tras la denuncia colectiva de las actrices argentinas. Bertone fue abusada por un pariente cuando tenía entre 11 y 12 años.
“Sufrí abuso sexual intrafamiliar entre los 11 y los 12 años. Tardé mucho en hablarlo, hasta con mi propia familia, porque pensé que no me iban a creer. Sólo pude superarlo por la intervención de mi abuelo materno, a quien sí pude contarle porque me unía con él una relación muy especial”, sostuvo la mandataria provincial, quien contó por primera vez los detalles del abuso en el año 2015. Bertone recordó que “en una entrevista por radio, en el año 2015, hablábamos sobre los agravios que estaba sufriendo durante la campaña electoral y yo dije que no creía que pudiera sufrir un ataque peor que el abuso sexual del que había sido víctima. Lo sostengo: no creo que nadie en política pueda hacerme pasar por una vulneración física y psicológica peor que aquella”, sentenció.
Bertone lo recordó ayer en diálogo con la agencia Télam. Allí también indicó que logró sobrellevar la situación con contención psicológica y apoyándose en la fe. “Como el abusador era de la familia, mi abuelo no quiso hacer la denuncia penal, así que tuve que aferrarme a lo que tenía”, describió, al tiempo que dio cuenta de la complejidad de la situación, ya que su abusador todavía vive y en su familia “todos saben quién es”. Sin embargo, consideró que “la Justicia penal a mí no me resolvería nada. Como soy creyente, creo más en la justicia divina. Pero eso en mi caso. Entiendo que se pida la detención de los abusadores, sobre todo de aquellos que reinciden una y otra vez”.
Con respecto a cómo el hecho impacto en su vida, la gobernadora relato la situación de manera descarnada: “Leo muchos reportajes de mujeres famosas abusadas y algunas dicen que llegaron a ser lo que son producto del aprendizaje y de la situación que les tocó vivir. La verdad que en mi caso no es así. A mí me arruinó la vida. La vida sexual, la formación de una pareja. Uno queda afectado, quiera o no quiera”, agregó.
Por último, en relación con su carrera política, que la llevó a ser gobernadora, explicó que “quizá pude ser lo que soy porque no tuve la posibilidad de tener la vida afectiva que cualquier otra mujer a lo mejor tiene, o aspira a tener. No tengo dudas de que el trabajo te tapa o te cubre determinadas carencias que de otras formas no se pueden sobrellevar. Puedo ser una mujer exitosa profesionalmente. No lo desconozco y lo agradezco. Pero uno busca otros objetivos en la vida, interiormente, como mujer. Puedo tener éxito político, pero también muchas carencias emocionales por todo lo que estos hechos me han dejado como secuela. Tal vez trabajo tanto para no pensar en lo que me pasó».
