Según datos de la Secretaría de Energía, los despachos de naftas y gasoil cayeron 2,8% en octubre pasado frente al mismo mes de 2017. Por las subas constante, 3 de cada 10 conductores dejaron de cargar nafta Premium.
Las ventas de naftas y gasoil cayeron 2,8% en un año y las petroleras evalúan nuevos incrementos, aun cuando el barril de crudo sigue por debajo de u$s 60 y el tipo de cambio se mantiene estable.
A la hora de explicar semejante caída, especialistas indicaron al diario Ámbito Financiero que uno de los principales motivos “fue el abrupto desplome interanual de la comercialización de la nafta Premium, que se contrajo un 28,8% por los sucesivos aumentos de precios en los surtidores. En un año se pasó de vender 253 mil metros cúbicos a 180 mil. Con el Diésel de mayor calidad, el Grado 3, ocurrió lo mismo. El descenso en las ventas fue de 6,6% en los últimos 12 meses”, indicaron.
Según informa el mismo medio, el último informe de la consultora internacional Global Petrol Price (GPP) reveló que los combustibles argentinos se acercaron al nivel general de precios del mundo: u$s 1,15 el litro de Súper. En 100 días el costo de llenar un tanque de un vehículo de 55 litros promedio subió de u$s 47,30 a u$s 62,70, un 32%.
