Los rituales y los entierros se modifican para quienes fallecen por coronavirus. En la ciudad de Salta ya hubo un entierro que debió seguir los protocolos estipulados en la provincia.
En el marco de la pandemia, la Municipalidad de la Ciudad brindó los servicios de inhumación siguiendo el protocolo para el entierro de personas contagiadas. De esta manera la Secretaría de Servicios Públicos y Ambiente proporcionó todos los recursos materiales a los operarios a cargo del entierro de una persona fallecida por COVID-19 en el cementerio San Antonio de Padua.
El protocolo establecido por el COE ordena que se debe recibir el cajón cerrado y sellado, rotulado con los datos personales del fallecido, la identificación de haber contraído Coronavirus independientemente de poseer toda la documentación de rigor presentada por la empresa fúnebre, Defensa Civil, y/o quien determine cada Municipio.
El cajón se recibe descontaminado según protocolo de manejo de cadáveres con Covid-19, así mismo el cuerpo, se encuentra en bolsa mortuoria tipo estanca sanitaria, impermeable y desinfectada. Sobre el equipo de protección para la manipulación del cajón, siguiendo los protocolos, se aseguraron las normas de bioseguridad para la manipulación del féretro.
Respecto al lugar de inhumación se determinó utilizar las instalaciones del cementerio San Antonio de Padua ubicado en Avenida Artigas. Personas que podrán estar presentes durante la inhumación, a pedido de los familiares, un representante del credo del fallecido para realizar el ritual de exequias.
Se prohíbe la presencia de cualquier otra persona ajena a la institución para prevenir posibles contagios.
