miércoles 24 de abril de 2024
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Simesen de Bielke | Apartan a la fiscal que investigaba abusos policiales y complicidad judicial

Las pruebas son contundentes pero un fallo la obliga a salir del caso.

Verónica Simesen de Bielke, fiscal penal de Derechos Humanos, fue apartada de la causa contra el comisario Walter Exequiel Mamaní. Lo ordenó el juez de la Sala I del Tribunal de Impugnación, Luciano Martini, que además estableció investigarla penalmente por falta «de lealtad y objetividad».

Todo comenzó en agosto de este año, cuando Simesen de Bielke imputó al auxiliar fiscal de la Fiscalía Penal de J.V. González, Sergio Dantur, por encubrimiento agravado, y ordenó peritar su celular. Allí se descubrió que Dantur y Mamaní intercambiaban mensajes con frecuencia. En ellos, Dantur le daba información al comisario sobre el estado de su causa. Le hablaba de la investigación y hasta recibía pedidos del comisario imputado.

Pero todo se interrumpió por un detalle que se parece mucho a una excusa. La defensa de Dantur señaló que el secuestro del celular no se realizó como correspondía, ya que se trataba de un teléfono propiedad del acusado y no del Ministerio Público como aseguraba la fiscal.

Tal como informó Nuevo Diario, esto cambió todo el eje de la discusión, pues para secuestrar un teléfono de uso personal, la fiscal tendría que haber pedido una orden al juez, lo cual nunca hizo.

«En ningún momento informó que el teléfono inspeccionado era de uso particular», aseguró el juez Martini, quien agregó «lejos de actuar según los deberes que impone el ejercicio del importante Ministerio que representa, pese a conocer que la resolución de segunda instancia debía ser corregida merced al error provocado por ella misma, intentó valerse de ese pronunciamiento, dejando de lado todo concepto de lealtad y objetividad, para fortalecer su posición procesal en detrimento y absoluto desconocimiento de las garantías procesales que, aún cuando asistan al imputado, es de su incumbencia proteger».

«Lamentablemente, surge que la señora Fiscal de Derechos Humanos, en ejercicio de los deberes a su cargo, informó a este Tribunal, de manera asertiva y reiterada, una falsedad determinante para resolver en detrimento de inviolables seguridades individuales, sin pasar por alto que dicha maniobra indujo al error a un órgano jurisdiccional. Por ende, la actuación examinada compromete los deberes generales que atañen a todos los funcionarios públicos y a los específicos, relativos a la lealtad procesal, la objetividad y legalidad, con que deben conducirse los miembros del Ministerio Público», agrega.

En su cuenta de Twitter, la fiscal difundió la noticia y escribió: «Cómo molesta cuando se investiga en serio».

Los mensajes entre Dantur y Mamaní

La gravedad del caso Mamaní muestra un aspecto más de la impunidad policial en la provincia. No es la primera vez que se acusa a un uniformado de abusar de su poder, que no sólo se traduce en torturas a jovencitos de barrios humildes, sino también en la relación con la Justicia, como lo demuestra el peritaje del celular de Dantur.

El peritaje determinó la existencia de chats entre el contacto “Com. Mamaní” y el auxiliar fiscal, quien se identificaba en los mismos con el nombre falso “Aurelio Casillas”. Dantur mantuvo largas conversaciones tanto por mensajes de texto como de audio para darle información sobre el estado de la causa que involucraba al comisario y pormenores de la investigación que llevaban adelante desde la fiscalía.

Entre los intercambios entre el auxiliar fiscal y Walter Mamaní, hay uno en el que el policía pide a Dantur un oficio judicial que diga: “que en la causa… no se tomaron medidas en contra del Comisario LI 13691 Walter Mamani en consecuencia de haberse declarado la nulidad de los actos procesales”. Otro mensaje de Mamaní dice: “Hola Sergio, hoy declararon los changos en JV, yo mañana aquí en Salta. Gracias, hoy ya los changos le tiraron al piso la causa, mañana ya me explayo yo y hago la solicitud de testigos. Es una fanática la fiscal pero no creo que quiera llevar a juicio una causa para perderla”.

Entre los mensajes de audio hallaron que Dantur le adelanta al imputado Mamaní las medidas dispuestas por Simesen de Bielke, tales como “…están pidiendo el libro de guardia, consultas, están pidiendo todo desde la Fiscalía de Derechos Humanos, están pidiendo el muestreo de todo, desde que él llegó, como salió, cuánto tiempo estuvo, o sea, es una cuestión que directamente hay que responderle desde lo que son los investigadores de los derechos humanos, eso vos ya sabés”. Y además, le garantizaba al comisario Mamaní: “ahí vos podes tranquilamente demostrar tu estado de inocencia en todo momento, si es que esta chica, la otra doctora inicia una acción profunda, vos ya tenés todo el armamento, vos ya conoces el tema, por eso te digo, que para mañana vos estés bien”.

A través de otro audio, Dantur le dijo a Mamaní: “Walter como estás, me estoy yendo a Salta, bueno lo veré el domingo, cualquier cosa que pase avísame, te encargo, y si querés venir a ver las actuaciones, yo las tengo en mi escritorio, decile a Seba que te de la llave y a la mierda, quédate tranquilo, compulsa como quieras, sino ya nos vemos el lunes o el domingo a la noche”.

En la imputación, Simesen de Bielke había destacado los delitos en los que incurrió el auxiliar fiscal, incluso “confeccionado un oficio para deslindarlo de un sumario iniciado en otra causa penal y, poniendo a disposición del imputado Mamaní, la llave de la oficina de la sede de la Delegación para que el mismo ingresara un día domingo a compulsar las actuaciones”.

Mamaní, un impune de larga data

El comisario Mamaní está acusado de abuso de armas agravado, privación ilegítima de la libertad, falsedad ideológica y vejaciones agravadas, con fines de venganza. En julio de este año, este uniformado, junto a otros policías cómplices, trató de armar una causa falsa contra el hijo de la dueña de un canal de TV en Apolinario Saravia. Lo acusó de intentar atropellar a un policía y de manejar de manera imprudente. Las imágenes de las cámaras de seguridad mostraron lo contrario. Incluso mostraron que Mamaní se bajó a los tiros de una patrulla e intentó amedrentar al muchacho que posteriormente detuvieron ya en su domicilio y se lo llevaron a la comisaría sin mayores razones que el capricho de los uniformados.

Pero eso no es todo: Mamaní seguía relacionado a la Policía de Salta a pesar de haber aportado evidencias falsas en uno de los casos más importantes de la Justicia local. En 2011 Mamaní era oficial principal. Prestaba servicios en la División Delitos contra la Propiedad. El 1 de agosto de ese año encontró dos plomos en la zona donde habían encontrado los cuerpos de las turistas francesas asesinadas en San Lorenzo. El lugar había sido revisado por más de cien personas entre policías, bomberos, peritos, juez. Se había utilizado hasta un detector de metales de Gendarmería. Sin embargo, nadie había visto nada.

El asunto no quedó ahí. El 4 de agosto Mamaní encontró un revolver calibre 22 que coincidía con los plomos hallados en la Quebrada de San Lorenzo. Estaba, según dijo, enterrado en la casa de un hombre a quien le habían allanado la casa por una denuncia por el robo de pertenencias que nunca aparecieron. El hombre fue detenido y luego liberado. Pero la maniobra sirvió para acusar a Daniel Vilte Laxi, absuelto al final del juicio en 2014 pero encarcelado mientras tanto.

En su libro «Doble Crimen», el periodista Maximiliano Rodríguez relató que la declaración de Mamaní en el juicio por el crimen «ni siquiera encuadraría en el realismo mágico».

«Un mismo policía encontró en dos días los proyectiles donde nadie los vio y luego secuestró el revolver enterrado que coincidía con esos proyectiles. Mucha fortuna para un solo oficial», aseguró el periodista.

Mamaní también es licenciado en Gestión de Seguridad. Hasta julio era docente de los alumnos de la Licenciatura en Seguridad de la Universidad Provincial de Administración Pública (UPAP). Entre apremios y plantación de pruebas también daba clases virtuales por culpa de la pandemia.

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