La organización pidió a los gobiernos que se hagan cargo del problema.
Se espera que la crisis del coronavirus se intensifique en nuestro país. Habrá sectores más golpeados que otros y esos siempre serán los que menos recursos tienen. En nuestra provincia hay muchos salteños que padecerán esta enfermedad y no podrán prevenirla porque no tienen los recursos necesarios. Serán los que no tienen servicios de agua corriente, una falencia que la provincia no corrige desde hace décadas.
Esta semana expertos de la ONU afirmaron que el coronavirus «no se podrá parar» sin proporcionar agua a las personas en situación de vulnerabilidad.
«Dado que lavarse las manos con jabón y agua limpia es vital en la lucha contra el COVID-19, los gobiernos de todo el mundo deben proporcionar un acceso continuo a suficiente agua a las poblaciones que viven en las condiciones más vulnerables», señalaron los expertos.
«La lucha mundial contra la pandemia tiene pocas posibilidades de éxito si la higiene personal, la principal medida para prevenir el contagio, no está al alcance de los 2.200 millones de personas que no tienen acceso a servicios de agua potable”, agregaron.
“Pedimos a los gobiernos que prohíban de inmediato los cortes de agua a quienes no puedan pagar las facturas de agua. También es esencial que proporcionen agua de manera gratuita mientras dure la crisis a las personas que viven en la pobreza y a las afectadas por las dificultades económicas que se avecinan. Se debe obligar a los proveedores tanto públicos como privados a cumplir estas medidas fundamentales», insistieron. «Para las personas más privilegiadas, lavarse las manos con jabón y agua limpia – la principal defensa contra el virus – es un gesto sencillo. Pero para algunos grupos en todo el mundo es un lujo que no pueden permitirse», completaron.
En Salta hay muchas zonas donde el servicio de agua no se brinda o llega de manera deficiente. Desde barrios periféricos de la capital provincial hasta localidades alejadas de difícil acceso.
Los más perjudicados serán sin duda los habitantes de los departamentos del norte, los asentamientos y comunidades indígenas que no tienen acceso al agua en una provincia en la que se pierde el 40 por ciento del agua potable.