Se trata de un incremento de 4,6% respecto al año previo. Representa el valor más alto desde el 2003, cuando el mercado laboral empezaba a recuperarse de la crisis del 2001/2002 en la que había tocado el récord del 21,5%.
«La destrucción de puestos de trabajo del sector asalariado privado registrado es sólo la punta del iceberg. Los principales afectados por el deterioro del mercado laboral son los trabajadores informales y cuentapropistas, a quienes, en muchos casos, la merma en los ingresos podría ocasionarles caer por debajo de la línea de pobreza», indicó el informe de la Consultora Ecolatina.
Según esa firma y en relación al primer trimestre del año, la desocupación habría pegado un salto de 4,6 puntos, es decir, casi un millón de personas más al proyectar la muestra de 31 aglomerados del Indec al total de la población. Las cifras oficiales se publicarán a fines de septiembre, pero se trata de un número en el que coinciden varios economistas consultados por este medio. De hecho, los datos del ministerio de Trabajo ya revelan una pérdida de 300 mil puestos de trabajo registrado en lo que va del año.
A su vez, la consultora estima, por un lado, que puede haber nuevos demandantes de empleo que presionarán sobre el mercado de trabajo ante la necesidad de recomponer el poder adquisitivo de los hogares, factor que podría acentuarse si se le suma el temor a la pérdida del empleo del jefe o jefa de hogar. En la dirección opuesta, las restricciones a la movilidad y las bajas expectativas de encontrar un empleo podrían expulsar a la inactividad a muchas personas por efecto desaliento.
«Asimismo, es de esperarse que tras el confinamiento los trabajadores informales o cuentapropistas vayan reinsertándose gradualmente a sus actividades, ya que estas modalidades son, sin dudas, las que mayor terreno tienen por recuperar en el corto plazo», agregan. En ese sentido, la consultora asegura que durante el segundo trimestre se habría llegado a este pico y el 2020 terminará en el 13,5%.
