Profesores compartieron con CUARTO los panfletos que los equipos pedagógicos de esos colegios difunden entre su personal. Se titula “Educación para el amor” y fue producido por una universidad ecuatoriana.
Lo curioso del caso es que son los equipos pedagógicos quienes comparten el material con mensajes del tipo: “Hola!! quería acercarles este material para que comencemos a informarnos sobre este tema. Hay en proceso un cambio en la ley ESI que contempla la ideología de género creo que es importante que estemos informados en este aspecto”.
La información, en este caso, se relaciona con un panfleto titulado “Ideología y Equidad de Género” cuya autoría corresponde a la magister Gloria Huarcaya del instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad de Piura en Ecuador.
Lejos de representar una sesuda reflexión sobre la cuestión, el material de 24 páginas destina 5 de las mismas a noticias amarillistas del tipo: “Canadá: Pareja decide criar a su hijo sin identidad sexual”; “Un padre inglés dejó trabajos rudos para convertirse en una modelo”; “Tomás Beatie: el primer hombre embarazado”; “Nos acercamos a una cultura de relativismo y de muerte” y cosas por el estilo.
A continuación destacan algunos prejuicios disfrazados de ideas que a entender de los católicos, caracterizan a la llamada “ideología” de género: “no ofrece una noción clara de lo que el género es”; “desvincula y opone la naturaleza a la cultura”; “desnaturaliza la sexualidad humana”; “anula las diferencias naturales entre los sexos”; “reduce la masculinidad y feminidad a productos culturales”; “reduce la realidad a categoría simplistas”; “dialéctica conflictiva”; “proclama la libertad como libertad sexual”; “pretende deconstruir la realidad”.
A la hora de identificar los orígenes de esa supuesta ideología, el material habla del marxismo con los escritos de Federico Engels sobre la familia; el existencialismo de Jean Paul Sartre y el deconstructivismo de Jaques Derrida. En cuanto a las precursoras del mismo citan a Simone de Beauvior, Kate Millet, Betty Friedan.
Por supuesto que se quejan y mucho de las repercusiones que esas ideas tuvieron en las leyes renegando así del matrimonio igualitario, la ley del divorcio, la despenalización del aborto, la ley de identidad sexual, derechos sexuales, la reproducción asistida, la ley de educación sexual y la “desautorización de los padres como primeros responsables de sus hijos”.
Posteriormente el material enfatiza lo que a su entender son los problemas de nuestro tiempo: “La diferencia sexual”; “ la confusión entre sexo, género, orientación e identidad sexual unido al imperio del deseo”; “el ambiente se muestra hostil a las relaciones conyugales”.
Finalmente, resaltan lo que consideran el estatuto ontológico de la sexualidad: “El sexo no es un atributo o un accidente, sino un constitutivo de la persona, que modaliza por completo su existencia como varón o mujer”; “Esta verdad, que aún no es suficientemente reconocida, se comprueba en la diferencia sexual que indica la genética”; “Se trata por tanto de un cuerpo sexuado y personal en su integridad”.
