jueves 28 de marzo de 2024
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Rodolfo Urtubey en el Senado | Entre Edipo Rey, la violación clásica y las convicciones personales

La participación del senador salteño en el debate por el aborto legal tuvo momentos bastante confusos. Pasó de las convicciones personales y la evolución del derecho a opinar sobre la configuración clásica de los abusos intrafamiliares.

El voto del senador salteño, el primero de les tres que serán parte del debate, de antemano era sabido iba a ser negativo. Durante su alocución, Rodolfo Urtubey, trató de explicar las razones.

Comenzó reflexionando sobre las convicciones personales: “convicciones tenemos todos, el aborto es una cuestión en la que se entrecruzan todas las grandes inquietudes y las grandes cuestiones de la humanidad: la vida, la muerte, el nacimiento, la procreación” aseguró el Tolo, para luego citar un extraño antecedente: argumentó que desde la tragedia griega, desde Edipo Rey hasta Shakespeare, pasando por las religiones, las filosofías paganas, “el tema este (por el aborto) es un tema que forma parte de las convicciones de toda la humanidad, del debate de toda la humanidad. Entonces dejar de lado las convicciones es algo que no resiste el menor análisis”.

Del dogma a la evolución

Manteniendo esta postura binaria de las dos convicciones que están hoy debatiendo sobre la legalidad de la interrupción voluntaria del embarazo, Urtubey aseguró que en ambas posiciones hay dogmas, “uno laico y el otro será de origen religioso, si se quiere, pero es tanto un dogma la posición del derecho absoluto a la vida, como la posición del derecho absoluto a decidir o disponer sobre la vida que uno lleva adentro (…) Cada vez que hay un derecho absoluto, hay un dogma atrás. Si uno mira la civilización, la civilización marca un tránsito del derecho absoluto al derecho relativo. En la antigüedad romana el acreedor tenía un derecho absoluto sobre el deudor; podía cruzar el Tíber y venderlo como esclavo”, aseguró el senador salteño en un rapto de historicismo que no escatimó en otros ejemplos de la misma índole.

Tras estas reflexiones, Rodolfo argumentó también parte de su posición por la negativa a la ley: “Acá éste es el debate por eso no coincido con el aborto libre discrecional y sin causas porque es una expresión del derecho absoluto, y no creo que en una sociedad civilizada pueda sostenerse un derecho absoluto”.

Violines familiares

Una vez analizada la situación dogmática, el senador Urtubey volvió a recalcar: “El debate correcto es el aborto por causas. Lo ideal sería que los legisladores pudiéramos discutir esto y pasar de un estatuto jurisprudencial que cada quien lo interpreta como quiere (…), para hacer un esfuerzo y llegar a una norma general que le de otro estatus a la jurisprudencia de la corte”.

Luego vino el segmento en el que recordó la ley de salud reproductiva, y criticó su mala implementación, al punto de considerar que la falta de aplicación de tal ley incidió en el número de abortos.

Casi para finalizar, el salteño se mandó una de las reflexiones que seguramente será de las más comentadas en las futuras horas. Ni hablar de los memes que se esperan de ahora en más.

El Tolo aseguró que “a futuro hay que discutir una implementación seria del aborto causado. Tenemos que discutir cuáles son las causas, salir de la interpretación extensiva que es bastante laxa; porque uno no sabe, cuando habla de riesgo en la salud, cuál es el límite, a qué se refiere, cuáles son los plazos. Porque una cosa es el peligro en la vida, eso está claro en su formulación, la inviabilidad de vida después del nacimiento está clara en su formulación; la violación por supuesto que está clara en su formulación aunque yo creo que habría que ver los casos en los que la violación no tiene esa configuración clásica de la violencia sobre la mujer, sino que a veces la violación es un acto no voluntario con una persona que tiene una inferioridad absoluta de poder sobre el abusador, por ejemplo en el abuso intrafamiliar, donde no se puede hablar de violencia, pero tampoco se puede hablar de consentimiento, sino de una subordinación; por lo cual en esta discusión de las causas sería sano avanzar en esta cuestión de la ausencia de voluntariedad, entendido con cierta amplitud que no es solamente la violación clásica”.

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