La Casa Rosada ya empieza a recibir a gobernadores aliados para negociar acuerdos como el déficit fiscal. Carrió criticó y el PRO salió al rescate.
El Gobierno sabe que no es momento para cortocircuitos internos sino más bien para persuadir posibles aliados de cara al ajuste del Presupuesto 2019. Es por que ello que los improperios de la diputada Elisa Carrió hacia la Unión Cívica Radical quedaron atrás. Al menos eso buscó Mauricio Macri.
La Casa Rosada sumó a la mesa chica a la UCR, con quienes intentarán convencer a gobernadores del peronismo la aprobación de la «ley de leyes». El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el titular de Hacienda, Nicolás Dujovne, aseguraron que comenzarán a recibir en Olivos a mandatarios provinciales del PJ por separado para acordar una baja del déficit fiscal de 2,7% a 1,3% el próximo año.
Es de público conocimiento que se avecina un brutal ajuste al gasto público que afectará principalmente en las obras, congelamiento de empleos estatales y un continuado aumento de las tarifas.
De cara a las elecciones del año que viene tal vez no sea tan fácil la negociación del presupuesto. El diputado salteño Pablo Kosiner, jefe del interbloque Argentina Federal, ya envió un mensaje a Casa Rosada: “Quieren aprobar el presupuesto a libro cerrado, no entiendo por qué deberíamos hacerlo así. Todavía no se empezó a discutir porque no sabemos cuáles van a ser las pautas, pero ya nos reunimos con los gobernadores para analizar expectativas”.
El peronismo “dialoguista” es clave para sumar votos en el Congreso de la Nación. Es por eso que legisladores y ejecutivos planean reunirse- según detalla El Cronista- a principios de agosto. De hecho los ministros de Economía provinciales ya preparan un presupuesto “alternativo”.
