viernes 19 de abril de 2024
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Pase sanitario COVID 19 | En un país y una provincia como Salta con tantos “pasos ilegales”, la medida es hasta risible

Otra vez cobra fuerza una medida que pretende instaurar la segregación en la circulación a partir del criterio de vacunación, cuando es conocido que en países donde la población se inoculó profusamente la pandemia recrudece. (Sandra Carral Garcín)

Como para continuar con los desatinos “científicos” que no tienen cuenta de las estadísticas que pincela la realidad en los países con mayor porcentaje de vacunación COVID-19, los argentinos nos encaminamos hacia la implementación del pase sanitario como ocurre en otros países y porque ocurre en otros países, sin tener en cuenta un análisis inteligente de la realidad emergente de fracaso, justamente, en estos países. Es decir, hay que hacerlo porque así lo hacen otros, justamente los que mal gestionaron la pandemia, ignorando totalmente a aquéllos donde una buena gestión se ha visto reflejada en números y curvas que demuestran que desde el principio, aplicar el sentido común era lo más apropiado (el caso de Suecia, entre otros).

En un país donde, como por ejemplo en nuestra provincia, hay “pasos ilegales”, hecho confirmado hartas veces por los funcionarios, este control poblacional que más bien representa un descontrol (porque es un pase que permite ampliamente la circulación de personas que aún vacunadas pueden estar infectadas y por lo tanto pueden infectar a otros, vacunados o no), es hasta risible puesto que aquí entran y salen “como Pancho por su casa” locales y extranjeros sin ningún control en ciertas fronteras. Pero, así como el año pasado se controlaba la terminación del DNI para discontinuar la circulación de las personas, de forma de limitar su número en ciertas áreas, ahora se pretende instaurar la segregación en la circulación por, fundamentalmente, una cuestión de vacunación, cuando es ya conocido que en países donde se ha vacunado profusamente se ha dado un recrudecimiento de epidemias por variantes, en particular con la variante Delta del SARS-CoV-2, razón por la cual, la pandemia continúa y resurge con nuevas variantes (caso Omicrón), puesto que la mentada “inmunización” lo es más bien de palabra o por cambio de definición, pero en la realidad con “vacunas” que no impiden la infección y transmisión en los vacunados, sino que, supuestamente, sólo otorgan una mayor probabilidad de no cursar las fases graves de la enfermedad o morir. Así, es obvio que no se logrará ninguna inmunidad de rebaño, de lo cual son prueba los llamados a nuevas revacunaciones de los vacunados (nuevamente con vacunas no actualizadas a las variantes en circulación) en varios meses posteriores a la aplicación de las últimas dosis.

Quien ha seguido primeramente el oráculo predictivo y luego el análisis de los hechos según iban sucediendo -ya hay un horizonte de casi 2 años de pandemia-, de parte de renombrados expertos independientes de conflicto de interés, observa que esas predicciones no eran para nada incorrectas, razón de los profusos ataques de la parte de ciertos sectores a esos expertos (por ejemplo, el caso del profesor Didier Raoult, director del Institut Hospitalier Universitaire Méditérranée Infection). El punto es que esta sucesión de epidemias de variantes del SARS-CoV-2 que es en realidad la pandemia, fue prevista y analizada ya desde el año pasado -por las mismas características de los coronavirus-, cuando nadie o muy pocos en el mundo, sabían que iban a aparecer variantes, por diferentes causas, y no necesariamente por culpa de los no vacunados como se repite incesantemente.

El fenómeno de la contaminación biológica producida por este virus, visto desde el punto de vista de la circulación por contagios entre los reservorios, debiera incluir a los vacunados y a los no vacunados humanos, como así también a los animales que pueden serlo (por ejemplo, el caso de los criaderos de visones en Europa, que han generado variantes resistentes). Es decir, relacionar porcentajes de vacunación (además desglosados en 1 o 2 dosis, cuando ahora habrá que incluir 3 dosis) con la inmunidad de rebaño para terminar con la pandemia, resulta a estas alturas una quimera: la pregunta es porqué siguen haciéndose estas asociaciones, cuando terminar con la pandemia también debería incluir los reservorios animales que son aquellos donde justamente más se producen mutaciones y donde menos control parece haber (recordemos el concepto de One Health, al menos en esta mención, tiene sentido).

También siguen los ataques a los no vacunados, que, recordemos, si no están infectados, no constituyen ningún peligro de contagio ni de generación de variantes (las variantes resistentes necesitan la conformación de convergencia que sólo puede dar un escape inmunitario de un grupo en el cual se encuentren ciertas características asociadas y comunes, caso contrario las mutaciones no serán convergentes, sino divergentes, y por lo tanto no habrá una variante resistente unívoca).

La ausencia de análisis científico asociada a la idea de la vacunación extrema, forzada o forzosa, es decir, involuntaria, con el pretexto del bien común, no tiene asidero. El beneficio, en caso de que el análisis beneficio/riesgo sea conveniente, es sólo individual (y ya hay en el mundo entero confirmación de efectos adversos mayores a otros tipos de vacunación), razón por la cual la indicación médica debería ser realizada por los médicos de cabecera quienes conocen la historia clínica, perfil inmunitario, terreno de los postulantes a la inoculación. De otra manera, sólo se trata de la inoculación de un biológico de tipo veterinario, donde no se consideran las características individuales de los animales, y donde no se tienen en cuenta las pérdidas fatales o efectos adversos en los mismos, por tratarse de elementos de un proceso de producción cuyo único destino es la muerte asegurada para la venta de un producto.

Tal vez, la inspiración de estas medidas sea seguir las elucubraciones del virólogo Christian Drosten (bastante controversial en relación con los tests RT-PCR), asesor de Angela Merkel, quien luego de varias vueltas, ahora dice que la eliminación estéril del virus no existe, y que el camino para la inmunidad pasa por infectarse después de estar vacunado, “solución” aplicable para adultos sanos, que puedan tolerar la infección sin graves consecuencias.

La realidad es que, a estas alturas de la pandemia, el conocimiento y la práctica en los tratamientos existe, las medidas de bioseguridad son también conocidas y aplicadas, y la vacunación progresando en el país, por ejemplo, arroja como resultado un acumulado de: 5.326.448 contagios y 116.529 muertos, en lo que va del año, siendo estas cifras (sin vacunación COVID-19) en 2020 1.639.874 contagios y 43.493 muertos (durante 43 semanas, contando desde el primer caso en el país). Con lo cual resultan 3.686.574 contagios y 73.036 muertos en 2021 (hasta ahora, contabilizando 48 semanas cursadas), aún siendo un año con vacunación, lo cual deja a pensar si la estrategia vacunatoria asociada a la del pase sanitario sería ya una instancia en obsolescencia, como ha resultado en los países que los implementaron en forma masiva y forzosa en la población. 38.136 contagios y 1.011 muertos por semana epidemiológica en 2020 contra 76.803 contagios y 1.521 muertos por semana epidemiológica en 2021, a pesar del conocimiento acumulado en los tratamientos, del efecto “moisson” (los que estaban destinados a morir, morirían por causa de esta enfermedad u otra), razón por la cual, a estas alturas, urge un balance para analizar cuáles son las causas por las cuales en lugar de mejorar se ha empeorado, para evitar seguir en una dirección que no lleve a buen puerto.

Sólo el apego a la realidad y a los hechos condecirá con una solución a la pandemia que lleva ya casi 2 años. Seguir apegándose a ciertos postulados y acciones con malos resultados en los países más desarrollados, no mitigará el problema de esta contaminación biológica y sus consecuencias.

Para más información:

Analizan la implementación de un pase sanitario para ingresar a los lugares de trabajo y utilizar el transporte público:

https://www.infobae.com/politica/2021/11/29/analizan-la-implementacion-de-un-pase-sanitario-para-ingresar-a-los-lugares-de-trabajo-y-al-transporte-publico/

Drosten propone combinar contagio y vacuna para el fin de la pandemia: Quiero mi primera infección:

https://www.niusdiario.es/sociedad/sanidad/drosten-combinar-contagio-vacuna-para-inmunidad-quiero-mi-primera-infeccion_18_3200147309.html

Inglaterra repone el uso de mascarillas en comercios y transporte públicos y PCR a los viajeros:

https://www.baenegocios.com/mundo/Inglaterra-repone-el-uso-de-mascarillas-en-comercios-y-transporte-publico-y-PCR-a-viajeros-20211128-0018.html

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