A principios de semana, José Luis Bejarano fue hallado sin vida en el interior de su automóvil en un asentamiento de Salvador Mazza. Según periodistas locales, la principal hipótesis de la investigación se vincula con la narcocriminalidad.
En la causa interviene el fiscal penal Pablo Cabot, quien actuó luego de que los vecinos del asentamiento 28 de Marzo informaran a la policía que el interior del automóvil yacía un cuerpo desnudo. Fue el propio Cabot quien solicitó al Juzgado de Garantías Nº 2 de Tartagal que ordene los allanamientos para detener a los sospechosos.
Ello se concretó durante la madrugada del viernes cuando la Guardia de Infantería y personal de Criminalística junto al bioquímico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) de Orán, llevaron a cabo operativos en diferentes inmuebles situados en la ciudad de Tartagal y en Salvador Mazza que culminaron con tres hombres detenidos y la incautación de elementos de prueba. Según se supo, uno de los detenidos tiene 62 años y es residente de Tartagal, mientras que los otros dos tienen 42 y 46 años y son de Salvador Mazza.
La autopsia determinó que la causa de la muerte Bejarano, quien vivía en Tartagal, fue un «traumatismo craneal grave con fractura de la calota craneana causado por un objeto contuso y cortante con peso». También presentaba otras lesiones en la cabeza causadas por la punta de un objeto pesado, así como otras lesiones en el mentón y el tabique nasal de naturaleza contuso-cortante.
El periodista de Salvador Mazza, Raúl Costes dijo que el cuerpo de José Luis Bejarano fue hallado por dos niños que jugaban en el asentamiento 28 de Marzo y se acercaron a mirar el auto Toyota Corolla gris plateado que había sido abandonado en el lugar el día anterior, el jueves 7 de septiembre en la calle Fragata Libertad.
Asimismo, Costes indicó que a las 20.49 del jueves 7, horario que marca una cámara de seguridad, el auto fue estacionado en el lugar y «se ve que sale una persona» caminando en sentido sur y «no percatándose de que hay cámaras».
El periodista también contó que Bejarano es oriundo de Salvador Mazza, tiene familiares ahí, pero residía en Tartagal con su pareja. Costes contó que se barajan tres hipótesis sobre la muerte: que fuera «una venganza por ajuste de cuentas»; que se tratara de un crimen de índole privado, lo que se sospecha porque el cuerpo se encontraba desnudo; mientras que otra versión afirma que había cruzado a Bolivia a cambiar 15 mil dólares y que alguien lo habría entregado. Ese dinero no fue hallado.