miércoles 24 de abril de 2024
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Otra mancha al tigre | ¿Quién es Leopoldo Cuenca, el intendente salteño denunciado por Juan Carlos Blumberg?

Gobierna Rivadavia Banda Sur y fue acusado de usurpar tierras en el programa de Mauro Viale. Historia de un hombre acusado por campesinos por lo mismo, que manejó irregularmente fondos públicos y ostenta lujos en uno de los municipios más pobres del país. (Daniel Avalos)

A pesar de la polémica que lo atravesó en su momento, Juan Carlos Blumberg fue el hombre que un 1º de abril del 2004 reventó la Plaza de los Dos Congresos convocando a 150.000 personas en reclamo por los secuestros extorsivos que, diez días antes, se había cobrado la vida de su hijo Axel. Ese hombre denunció ante la Oficina Anticorrupción al intendente de Rivadavia Banda Sur Leopoldo Cuenca por la usurpación de 4.000 hectáreas y cuya víctima habría sido el empresario Marcelo Pocovi, uno de los que aporta a la Fundación que Blumberg creó desde que perdió a su hijo. El móvil que según Blumberg hay detrás de la usurpación, es la de garantizar una supuesta ruta de la droga en esa región de la provincia.

La denuncia deberá probarse aunque los antecedentes de Cuenca dan verosimilitud a la acusación. Y es que la historia política del jefe comunal de Rivadavia Banda Sur le caería como anillo al dedo al paraguayo Augusto Roa Bastos, ese novelista que al pincelar a los tiranozuelos del continente resaltaba dos variables claves: hombres que sustituyen el culto al pueblo por el de su propia persona y que se parecen a pelícanos que embuchan riquezas “en la bolsa rojiza que le cuelga del insaciable pico”.

Lo primero queda bien reflejado en un desopilante video de la página YouTube (https://www.youtube.com/ watch?v=Bh34eX0RR9o). El mismo muestra cómo el 10 de diciembre de 2013, Cuenca se arroga una facultad propia de los Concejos Deliberantes y toma personal juramento a dos de los ediles electos en abril de 2011. En otro lugar y en otra ceremonia, el desairado Concejo Deliberante del pueblo debió conformarse con juramentar a sólo tres ediles que aun siendo mayoría en el cuerpo nunca lograron que Cuenca respondiera uno solo de los pedidos de informes que buscaban bucear en las irregularidades de la gestión y en las denuncias que pesaban sobre el intendente.

Con respecto a la manía de Cuenca de embuchar riquezas ajenas al peculio personal, la más grave de las que pesan sobre él involucra a grandes extensiones de tierras que cobraron notoriedad en 2012 cuando concejales, titulares de inmuebles rurales y puesteros criollos denunciaron que el jefe comunal se valía de acuerdos turbios, cesiones de derechos y actos posesorios para adueñarse de miles de hectáreas. Una de ellas es ejemplo paradigmático de la impunidad comunal. Un particular dijo ser dueño de la tierra en las que vivían campesinos y puesteros que corrieron a pedir auxilio al intendente y Cuenca ofreció una solución propia de Don Vito Corleone: él cargaría con los costos de las acciones judiciales que frenarían la pretensión del supuesto propietario a cambio de que los desesperados campesinos les cedieran el 70% de los terrenos que ocupaban. La extorsión le representó al intendente cerca de 36.000 hectáreas.

Cuenca se acomplejó de ello. Sí aclaró a la prensa que difícilmente se quedara con el 70% de las tierras y calculaba que le correspondería “el 50% o menos” y que “con los vecinos quedó en claro desde un comienzo que este convenio lo hacía como particular y no como Intendente”. La aclaración final buscaba enfatizar que lo suyo podía ser éticamente reprochable pero legal aunque estaba imputado por exacciones ilegales: utilizar su calidad de funcionario para beneficiarse de un convenio entre privados.

Ni el escándalo mediático generado, ni el traslado que los diputados provinciales hicieron de la causa a la procuración, ni los pedidos de intervención al municipio por parte de algunos legisladores, evitaron que la causa quedara archivada en un juzgado de Orán. Mientras tanto, Leopoldo Cuenca se preparaba para ser nuevamente reelegido en diciembre del año 2015.

Tirano y fondos públicos

El personalismo exacerbado y la sed de riquezas también pueden explorarse en otros documentos. Se hizo posible en el año 2014 cuando dos años después del escándalo de las tierras, la lujosa mansión de Cuenca se convirtiera en tapa de medios provinciales. Eso y las sospechas sobre propiedades de Cuenca en la capital provincial deslizaron las curiosidades sobre el origen del dinero en un hombre que entre los años 2002 y 2003 había quebrado una carnicería y que en el 2014 debía percibir mensualmente no más de $4.500 en razón de lo establecido por la Carta Municipal: el sueldo del intendente no puede superar el 20% la dieta de los ediles que por entonces era de $3.600.

Informes de auditoría dieron algunas pistas. Uno de ellos fue publicado el 20 de diciembre de 2012 y evaluaba la gestión financiera de Cuenca entre fines del 2010 y el primer semestre del 2011. Los descubrimientos fueron asombrosos: nombramientos de familiares en cargos claves del municipio (la CPN Ángela M. Cuenca como Receptor Fiscal del Municipio y Eladio A. Cuenca en cargo similar en la Delegación de la Unión); contrató los servicios del Estudio Contable Herrera & Asociados que exigían dinero, espacio físico e implementos de trabajo aunque los auditores no encontraron pruebas de que el estudio haya funcionado; la tesorería municipal carecía de sistema y registros de movimientos financieros, contables y patrimoniales; cheques librados con la única firma del intendente; ejecución presupuestaria no ajustada a los conceptos contenidos en el presupuesto; 56 compras por $1.700.445 sin legajos o expedientes que permitieran algún control; dinero destinado a asistir familias hambrientas aunque sin pruebas de la entrega efectiva de la ayuda, razón por la cual los auditores preguntaron al Secretario de Gobierno, Fermín Salazar, la razón de tales ausencias para escuchar una respuesta desopilante: no se efectuaron padrones ni relevamiento de ayudas porque a todas la autorizó él ya que “en el pueblo son pocos y todos conocen las necesidades”. El informe recomendaba que el Estado se haga de herramientas que fundamenten la acción judicial para establecer responsabilidad civil de los funcionarios “ante la existencia de un perjuicio de significación para el Fisco”.

Un informe de auditoría anterior fue publicado el 16 de abril de 2010. Esa vez, los auditores se abstuvieron de emitir opinión sobre la gestión Cuenca porque éste ni siquiera suministró documentos para la evaluación el presupuesto del año 2007 y 2008 que debían auditar no por iniciativa propia, sino porque los ediles de entonces, Víctor Armando Cuenca y Cerafín Dalmacio Puertas, habían denunciado al intendente por trabajar sin tesorería; asegurar que distintas dependencias manejaban en forma independiente fondos recaudados por diferentes tasas, aranceles e impuestos municipales sin el debido contralor; no presentar comprobantes de ninguna naturaleza; comprar vehículos y una radio FM sin acuerdo del Concejo Deliberante ni comprobantes y hasta la usurpación de los lotes Fiscales 26 y 29.

Sobre lo último, los auditores adujeron falta de tiempo y enormes distancias para confirmar o desestimar las denuncias. Sobre los otros puntos, prefirieron no emitir opinión alguna aun cuando lograron corroborar irregularidades de todo tipo. Un ejemplo lo ilustra de manera brutal: tomaron como muestra 22 órdenes de pago de los rubros “Bienes de uso” (combustibles, lubricantes y repuestos) y “Servicios” (reparaciones). Esas órdenes involucraban $300.900 y todas carecían de la firmas del tesorero y estaban atravesadas por otras irregularidades como la carencia de recibo de pago o constancias de recepción de los supuestos productos adquiridos o servicios contratados. La cifra podría haber sido mayor si tomaban más órdenes de muestra, aunque los $300.900 representaban el 11,7% de la ejecución presupuestaria total del municipio y el 22% de los rubros Bienes de Uso y Servicio.

Los montos que manejó Cuenca entre los años 2012 y 2015 se incrementaron a cifras que superaban los 16 millones de pesos en concepto de coparticipación, Fondo Federal Solidario y Ayuda Social. No fue lo único. Desde la implementación del Fondo de Reparación Histórica su municipio se ha beneficiado con 19 obras que supusieron varios millones de pesos. De esos millones, la desopilante gestión Cuenca había ganado la licitación de seis obras por un total de $4.400.000 según la página oficial de ese programa.

Cuenca y la política

Cuando asumió como intendente de Rivadavia Banda Sur en el año 2003, los datos del censo realizado dos años antes informaban que en el departamento el porcentaje de hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas era del 58,6%; producto que de un total de 5.667 hogares censados, 3.320 no satisfacía sus necesidades elementales. Ello suponía que de los 27.278 habitantes, 17.868 (65,5%) vivían en esas condiciones.

Cuando Leopoldo Cuenca fue re-reelegido en 2011, el Censo 2010 confirmaba que la situación era igual: 30.429 personas habitando 6.656 viviendas de las cuales 2.412 eran ranchos y otras 465 casillas de madera. En los ranchos y casillas vivían 13.462 personas (45% de la población). Las 3.711 casas restantes donde residían los restantes 16.540 habitantes, estaban lejos del confort, porque según el mismo Censo de los 7.154 hogares (familias nucleares que pueden habitar una misma construcción) 5.682 (79,4%) carecían de baños con descarga de agua o retretes; otros 4.825 (67,5%) de heladeras (67,5%); 6.681 (93,5%) de computadoras; y 7.042 (98,5%) de teléfonos de línea. El 11% de la población mayor a diez años, mientras tanto, era analfabeta (2.384 sobre 21.981).

Cuando Leopoldo Cuenca cumplió una década de gobierno -en el 2013- el gobierno de la provincia de Salta publicó el Anuario Estadístico 2012 donde reseñó que el nivel de desnutrición en el lugar llegaba al 10%. De ese departamento en general y del municipio que comanda Leopoldo Cuenca en particular, provienen la mayoría de los niños muertos por desnutrición de los últimos años.

Historia departamental congelada en la modalidad de la miseria de la que Leopoldo Cuenca escapó con éxito. Carnicero quebrado devenido en propietario de un cyber hasta el 2002, como intendente experimentó un meteórico ascenso económico simbolizado por miles de hectáreas apropiadas irregularmente y una ostentosa casa que oportunamente promocionó en las redes sociales con la petulancia propia de los nuevos ricos que no conformes con serlo, precisan que los demás se enteren de que lo son.

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