Uno tuvo lugar cerca de un cruce de camiones en Ruta 50 y el otro en el domicilio del violador que además secuestró a su víctima a la salida del colegio.
Los aberrantes sucesos fueron anoticiados en las últimas horas por La Diez Orán. En ambos casos se trataba de menores de edad. Ambos tuvieron lugar entre lunes y martes de esta semana.
Orán
El primero de ellos, ocurrido en la noche del lunes, derivó primero de un secuestro a punta de cuchillo seguido de violación. El perpetrador, un hombre de 24 años, habría asechado desde la escuela Arturo Illia a una joven de 15. Una vez la vio sola se le acercó en calle Paraguay y desenfundando un arma blanca la obligó a seguirlo, según consta en la denuncia policial radicada en la comisaria 24.
La adolescente fue llevada a la fuerza hasta la casa del secuestrador, quien incluso fue visto ingresando por su propia madre, que no actuó “para no tener problemas con su hijo”. Una vez en el lugar la encerró en su habitación y abusó sexualmente de ella. La menor logró escapar del lugar para dar cuenta de lo sucedido a sus familiares y a la policía local.
Ya en la madrugada, los uniformados dieron con el paradero del causante, que se encontraba en la casa de un vecino. Posteriormente fue demorado y permanece en la dependencia policial.
Pichanal
El hecho reportado por oficiales de la Comisaria 21, de Pichanal, tuvo lugar la medianoche del martes. Una adolescente de 14 años fue vista deambulando desnuda y desorientada en el cruce de Ruta 50.
Según narró la muchacha, habría estado ejerciendo la prostitución en la zona, y “subió a un camión de color blanco, con caja cerrada con solo dos asientos, aparentemente nuevo, conducido por un hombre joven, oriundo de colonia Santa Rosa”. Luego de eso no recuerda mucho más, salvo haberse despertado en el estado en el que la encontraron. Dijo que en un momento “el hombre la tomo del cuello y no recuerda más, y que se despertó luego desnuda en la ruta”.
Según informa la radio oranense, la policía arribó al domicilio de la joven en Misión San Francisco, ahí la madre les comentó que la muchacha es adicta a las drogas, que la había mandado a vivir con una tía en Aguaray en el mes de marzo, y que hacía una semana estaba de regreso en Pichanal.
No hay indicios del camionero violador.
