El Club Amigos del Torino es una de las organizaciones que mantiene caliente el recuerdo del vehículo que fue un símbolo de status en los sesenta y setenta. Era el auto más caro, el más veloz y el más completo del mercado nacional.
Fernando Iannone es el presidente del Club Amigos del Torino y por lo tanto un apasionado del auto más emblemático de la industria nacional. En la edición de hoy del diario Ámbito Financiero, se publica un largo informe sobre el trabajo de los adoradores de ese automóvil con una corta pero intensa historia.
“El Torino surgió hacia fines de 1966. Se presentó el 30 de noviembre en el Autódromo de Buenos Aires por iniciativa de James McCloud, responsable de las operaciones de Industrias Kaiser Argentina (IKA). Buscaban un modelo nacional para competir no solo contra los recientes Falcon, Chevrolet 400 y Valiant, sino, además, un automóvil apto para representar a la terminal en el automovilismo, en especial el Turismo de Carretera. Tal es así que cuando debutó en la vuelta de San Pedro de 1967 ganó la carrera y a posterior el campeonato”, reseña la nota periodística.
Surgió entonces como el auto nacional de alta gama que contaba con tecnologías innovadoras y con un posicionamiento en precio que estaba por encima de sus competidores. “La versión Coupé GS costaba en esos años iniciales 1.160.000 pesos de la época. El tope de la línea de Ford, el Fairlane LTD 6 cilindros valía un millón de pesos. Una Chevy Serie 2 ascendía a $822.000”, enfatiza la nota.
“Siempre tuvo más equipamiento y por ende performance y confort superior. Valoremos que fue el primer automóvil de su nicho en tener discos de freno delanteros, caja de cuatro velocidades y un tablero deportivo completo, a diferencia de sus rivales”, declaró Iannone en relación al modelo que se producía en Santa Isabel, Córdoba, donde hoy se encuentra la planta de Renault, que ya en aquel entonces tenía participación en IKA.
