Las viejas bombas llamadas booster fueron apareciendo desde hace un mes en medio de viviendas y escuelas sobre la Ruta 86 debido al movimiento de suelos y por efecto de las lluvias.
A principio del mes de abril se conoció una situación insólita que se da en Tartagal, sobre la Ruta 86, en medio de viviendas y escuelas a las que asisten chicos de diferentes comunidades originarias de la zona. Allí, en pleno camino, aparecieron viejas bombas de YPF llamadas booster, enterradas hace años, que emergen por las lluvias y ponen en peligro a todos los que circulan por la zona.
En ese marco, el sábado pasado se llevó adelante la segunda marcha protagonizada por las comunidades originarias de la región y sectores docentes. “Por la ubicación, desentierro y detonación de los Boosters” fue la consigna de quienes marcharon. Según informan los organizadores se hicieron presentes 7 caciques que acompañaron (Cebino Simplicio de la comunidad Wichi El Crespín; Isaías Fernández de la comunidad weenhayek – El Quebracho; María Giménez de la Comunidad Guaraní – TGN; Alejandra Morales de la comunidad Wichi – Lapacho viejo; Alejandra Giménez de la comunidad Guaraní 20 de Junio; Samuel Toledo de la comunidad Toba – TaiKolic; y Leonora Guzmán de la comunidad Wichi – El Porvenir.
A ellos se sumaron docentes, estudiantes, niños y otros ciudadanos que incluían a agentes de tránsito y de la propia policía de Salta. La marcha se inició en la comunidad originaria whichi km6 (Zona Rural) sobre Ruta Nacional N° 86 y termino en la Plaza San Martín en la parte urbana y céntrica de Tartagal-Salta.
