El presidente inauguró el 141° período de sesiones ordinarias del Congreso Nacional con un discurso de más de dos horas en el que defendió su gestión al frente del Ejecutivo, abordó el conflicto con la Corte Suprema por los fondos coparticipables y el control del Consejo de la Magistratura e insistió en la necesidad de una reforma de la Justicia.
El mandatario, al inicio de su alocución, repasó las condiciones en las cuales se encontraba el país en 2019, cuando asumió, y trazó un panorama amplio sobre las posibilidades que quedan abiertas en el corto plazo. Fernández criticó la decisión de la Corte Suprema a favor de la Ciudad de Buenos Aires respecto de los recursos coparticipables, señalando que muchos recursos necesitan ser destinados a obras esenciales en provincias. También se refirió a la necesidad de revisar el desempeño de los magistrados de la Corte Suprema, un tema en el que ha presentado un pedido de juicio político.
Luego destacó logros económicos como el crecimiento conseguido en años consecutivos y las oportunidades futuras. También señaló la importancia de reducir la inflación, aunque reconoció que se trata de un problema estructural del país. Asimismo, el mandatario defendió empresas públicas como YPF, Arsat, Aerolíneas Argentinas e Invap ante un «nuevo embate privatizador».
En cuanto a la Justicia, Fernández pidió que se actúe «con la misma premura con la que se archivan causas en las que jueces, fiscales y empresarios poderosos asoman como imputados». Además, criticó a la oposición por armar «Mesas judiciales y perseguir con recursos estatales a jueces, a periodistas, a políticos opositores y hasta a sus propios compañeros».
«No hay ningún ataque ni embestida contra la Justicia. Se solicita que se revise con todas las garantías y en las instancias que corresponde el desempeño de los magistrados», subrayó.
El discurso del presidente no estuvo exento de polémica. Mientras hablaba, Fernández recibió insultos de diputados opositores y tuvo que hacer frente a críticas por la duración del mismo. Sin embargo, el mandatario defendió su derecho a hablar y subrayó que el pueblo argentino espera respuestas.
Fernández abarcó una amplia gama de temas, desde los económicos hasta los políticos y los judiciales. El mandatario defendió su gestión y destacó logros como el crecimiento económico conseguido en los últimos años. También abordó temas polémicos como el conflicto con la Corte Suprema y la necesidad de una reforma de la Justicia. A pesar de las críticas y los insultos recibidos, Fernández mantuvo su postura y reafirmó su compromiso con el pueblo argentino.
