jueves 25 de abril de 2024
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Ni hombre ni mujer: travesti | Una militante del Colectivo Lohana Berkins logró un fallo judicial inédito

Una jueza civil porteña ordeno que en el DNI de Lara María Bertolini diga “femineidad travesti”. Detalles de la lucha encabezada por la trabajadora de la Procuración General de la Nación y estudiante de la Universidad de Avellaneda.

Es lo que solicitó Lara ante la Justicia y aceptó una jueza de la ciudad de Buenos Aires, quien sostuvo que respetar la identidad de género es una cuestión de derechos humanos. «En el campo reservado para el sexo, deberá consignarse ‘Femineidad travesti’ en lugar de ‘Femenino'», dictaminó la jueza nacional en lo civil Myriam Cataldi que también ordenó al Registro Civil que en caso como estos, “deberá ponerse a disposición una multiplicidad de marcadores como opciones de género».

Lara María Bertolini -activista trans, miembro de la Colectiva Lohana Berkins- ya había pedido una partida de nacimiento y un nuevo documento cuando entró en vigencia la Ley26.743 de Identidad de Género. Entonces, 2015, sus papeles comenzaron a decir «femenino» en la opción del sexo. Pero había algo que no le terminaba de cerrar.

“Era una mujer trans, pero me di cuenta que no me sentía así. Empecé a hablar con abogados para cambiar eso y todos me decían que era una locura, que era imposible que lograra algo distinto”, explica Lara a Clarín.

“Pero Lara -acompañada por el abogado Emilio Bugiani- hizo su pedido a la Justicia y en un escrito explicó que su verdadera identidad no era ni masculina ni femenina, y que estas únicas opciones del sistema binario de identificación de sexo no eran representativas de su identidad de género autopercibida. Pedía que respetaran esa identidad, y que el derecho a la identidad es un derecho personalísimo”, enfatizó Clarín.

“Estoy muy emocionada, porque esperaba este fallo desde hace mucho tiempo. Con el movimiento argentino de travestis estamos escribiendo historia, porque este fallo no sólo es importante para las travestis sino para quienes se sienten que están fuera del binarismo”.

Lara dijo que su lucha es épica: tiene 48 años y el promedio de vida de las travestis es de 35 por la vida que se ven obligadas a llevar. Ella estuvo en situación de prostitución desde los 20 hasta los 35 años, aunque después y con la ayuda de vecinos pudo ser modista. Dos años atrás empezó a estudiar Derecho en la Universidad de Avellaneda y ahora trabaja en la Procuración General de la Nación, hace asesorías legales en Constitución. “Este es un paso enorme el que acabamos de dar -sigue Lara-. Ahora vamos por el género identitario y por el concepto de género humano”.

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