Así lo aseguraron desde la UTA, que tras un reclamo a las autoridades de Seguridad llegaron a un acuerdo para llevar incluso controles sorpresa durante los recorridos.
El suceso detonante fue sin duda la agresión sufrida por la conductora del ramal 7 hace unas semanas y que primero fue viralizada para luego ser noticia en los distintos medios de la ciudad y la provincia.
Jorge Néstor Flores, titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en Salta, comentó al respecto: “En las actuales circunstancias que vive la sociedad argentina, el chofer de transporte de pasajeros enfrenta una serie de peligros que ponen en riesgo su integridad física. Tenemos que admitir entonces de que este trabajo de conducir adquiere un riesgo adicional ya que los choferes deben transitar barrios donde la violencia está latente y en horarios nocturnos en completa soledad”.
Así también Flores narró que tras reunirse con funcionarios del Ministerio y la Secretaría de Seguridad, además de la cúpula de la Policía de la Provincia, logró que se comprometieran a incrementar la seguridad en el transporte público a partir de una futura instalación de cámaras de seguridad en las líneas más conflictivas, además de disponer personal de vigilancia en todas las puntas de línea y que un móvil policial acompañe a los servicios de trasnoche al ingreso y egreso de los barrios; también se intensificarán los controles sorpresivos durante los recorridos; informa Nuevo Diario.
