El gobernador de Santa Fe y máximo referente del socialismo admitió que apoya la candidatura presidencial de Roberto Lavagna, aunque admitió que pedirle al salteño y al tigrense que cedan aspiraciones es imposible.
En una larga entrevista que el gobernador santafesino brindo hoy al diario Ámbito Financiero, Lifschitz aseguró que que hace tiempo que trabaja con los fundadores de Alternativa Federal – Miguel Pichetto, Juan Manuel Urtubey, Juan Schiaretti y Sergio Massa – y que también apoya la pretensión de Lavagna de ser candidato presidencial del espacio sin someterse a unas PASO, aunque aseguro que ello será difícil.
“Depende de muchos factores. Obviamente en la cancha están todos jugando. El peronismo tiene un formato en el que ya están lanzados Urtubey y Massa, y no parecerían estar dispuestos a bajar sus candidaturas fácilmente. Por otro lado, el peso político de ese armado son los gobernadores, pero están todos en procesos internos de elecciones locales donde ninguno quiere generar ruidos posicionándose nacionalmente que le puedan alterar sus equilibrios provinciales, caso de (Gustavo) Bordet, Schiaretti y Uñac. Eso demora las definiciones”, recalcó el socialista.
A la hora de relatar cómo fue el proceso por el cual se acercó a ese espacio, la respuesta fue la siguiente: “Hace un año atrás, cuando todo indicaba una segura reelección del Presidente (Mauricio) Macri, nosotros veníamos trabajando con Margarita (Stolbizer) en una fórmula del Frente Progresista. Pero a partir de que la agudización de la crisis económica nos vimos obligados a cambiar la brújula. Ya no servía demasiado la idea inicial, porque estamos frente a una coyuntura que necesita una propuesta integral, más abarcativa que le ofrezca una alternativa a la Argentina para volver a crecer y salir de la crisis sin caernos al abismo. Esa idea la empezamos a dialogar con algunos gobernadores peronistas como (Sergio) Uñac, (Juan) Schiaretti y (Juan Manuel) Urtubey, además de algún diálogo con (Sergio) Massa también. Y en medio de esas conversaciones, hacia fines de noviembre, me llamó Lavagna y me planteó que estaba pensando en la posibilidad de ser candidato presidencial. Nos pareció que era un nombre que cerraba en esta idea de un armado transversal de peronismo, radicalismo y socialismo; su nombre venía justo para el momento de la Argentina”, indicó.
