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«Me decía que por favor lo ayude» | Habló la viuda del salteño que habría muerto por mala praxis

Dos médicos y el gerente del hospital municipal de Rosario de la Frontera irán a juicio por la muerte de un hombre en septiembre de 2020.

En septiembre de 2020, Sergio Vicente Lezcano falleció tras haber estado internado en el hospital municipal de Rosario de la Frontera. Su viuda, Valeria Burga, denunció a dos médicos y al gerente, quienes serán sometidos a juicio por mala praxis.

Según informó el Ministerio Público Fiscal, tanto Lezcano como Burga advirtieron a los médicos sobre dolencias que no habrían sido atendidas con la diligencia necesaria, y que derivaron en el fallecimiento.

«El 5 de septiembre de 2020 mi marido fue aislado por covid en el hospital de Rosario. El día 10 manifestó un dolor en el pecho. Nunca fue atendido. Nunca lo atendieron los médicos, siempre lo atendían las enfermeras», declaró la denunciante.

En Cadena Máxima, Burga relató todo lo ocurrido durante esas jornadas en las que la cuarentena imponía muchas restricciones sanitarias.

«Al estar aislados no podían recibir visitas. Sólo podíamos llamar por teléfono o arrimarnos, y las enfermeras nos atendían en la puerta a decirnos cómo estaban los pacientes», agregó la mujer.

«El 12 de septiembre a la madrugada, mi marido fue al baño, se resbaló y se golpeó, lo que le produjo fractura de costillas», siguió.

«Ese día él me llamó y me cuenta lo sucedido. Me pide que lo haga atender, porque hasta el momento nadie lo había atendido. Me acerqué al lugar y le pregunto a la enfermera, quien nos dijo que dentro del día un médico se iba a acercar para revisarlo», siguió.

«Él me decía que se sentía muy mal y que por favor lo ayude. Que hable con los médicos para que lo atiendan. Me comuniqué con quien era su médico de cabecera y gerente del hospital. Me comenta que el Dr. Martínez iba a ser quien lo iba a revisar», agregó.

«Le dije que con el golpe podría tener algún sangrado. Me dijo que me quede tranquila que no le iba a pasar nada. Le dije que si no lo veían, iba a recurrir a la policía o a los medios. Me contestó que ‘haga lo que quiera’ y me cortó», relató.

«A las cinco de la tarde recién fueron a verlo. El doctor me dijo que era solo una inflamación y que tenia que comprarle unas pastillas. Que estaba bien. A la noche mi marido me llamó para pedirme ayuda, que no le suelte la mano, que se sentía muy mal», siguió.

«Nuevamente me voy al hospital municipal, donde la enfermera me dijo que ya lo venían a buscar. Llegó la ambulancia y primero trasladó a un paciente y después a otro. Lo veo a mi marido que sube la ambulancia, porque lo sacaron caminando. Se lo llevan», dijo.

«A los veinte, 25 minutos, vuelvo. Ahí ya no lo veo. Cuando pregunto, la enfermera me dice cómo había salido la placa. Me dijo que todo había salido bien, que sólo tenía una pequeña neumonía en pulmón derecho», explicó. «Que iba a estar atendido uno o dos días y que le iban a dar el alta; que me vaya a descansar», agregó.

«Al volver a casa lo llamo por teléfono y nunca contestó. Al día siguiente lo llamo y tampoco contestó. Cuando estaba por desayunar me llamaron diciendo que se había complicado su situación. Que lo iban a trasladar al hospital Cornejo para tener mejor atención. Que requerían la presencia de algún familiar para retirar sus pertenencias y alguien que vaya el hospital Cornejo», recordó.

«Cuando voy al otro hospital, me dicen que mi marido había entrado con muerte cerebral», finalizó.

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