En una conferencia de prensa previa al Mundial 90, el 10 aseguraba su presencia en el campeonato pese a que estaba muy lesionado. Además, advertía que no había que subestimar al equipo nacional.
En 1990, antes del mundial de Italia, Argentina no era considerada candidata a pesar de que era la actual campeona del mundo.
«Se llenan la boca de Brasil, de Alemania y de Italia y a Argentina la dejan. A mí me gusta que hablen siempre los demás, pero claro, en el 86 decían lo mismo y la copa viajó para Argentina», decía el Diego, que no se equivocaba: en ese mundial, la selección se enfrentó a los tres candidatos, venció a dos y perdió con uno (Alemania, en la final) cuando faltaban cinco minutos.
Italia 90 será recordado, entre otras cosas, por el estado físico de Maradona, que estaba lesionado, con un problema en una uña y luego con un tobillo hinchado como una pelota. Sin embargo, el 10 pudo liderar a la Selección hasta la final con jugadas memorables y una actitud heróica que conmovió al país.
«Maradona no estuvo nunca en duda», decía el 10 en la conferencia de prensa previa al Mundial, con su clásica tercera persona.
