sábado 20 de abril de 2024
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“Lo sucedido en el Bermejo es una foto de la realidad oranense que no termina de ser superada”

Así describió la periodista de Orán Silvana Brezina la tragedia en la que el río se llevó a una embarcación y hubo personas ahogadas.

La tragedia del Bermejo. Así titularon algunos medios lo sucedido en el río que separa la ciudad boliviana homónima de la localidad argentina de Aguas Blancas. Una de las embarcaciones armadas con gomas viejas de camiones, palos y sogas, también conocidas como “gomones”, zozobró en el río y una veintena de personas fueron arrastradas por la corriente. Hallaron algunas con vida, y también cadáveres. La búsqueda continúa.

Al respecto, en el aire del programa radial Cuarto Oscuro (FM La Cuerda 104.5), se consultó a la periodista oranense directora de Revista Norte. Para comenzar tiró la frase que da título a esta nota. Luego señaló: “Pareciera que no hay conciencia de las problemáticas sociales y laborales de la zona”. Esto último lo dijo en el sentido que son precisamente las personas que se dedican al comercio informal quienes más arriesgan su vida llevando mercadería de un lado a otro de la frontera. Pero no son las únicas, pues también hay otros casos.

Brezina recordó que, en el caso de Los Toldos se ha utilizado históricamente los caminos bolivianos para llegar. Esto sucede a pesar de que hay un precario camino abierto meses atrás, pero que con las lluvias queda anegado, es intransitable. Un periplo similar tienen que transcurrir los pobladores de algunos pueblos que si bien pertenecen a Mosconi, desde Aguas Blancas no tienen un acceso directo por suelo argentino, sino que se debe realizar un rodeo por Bolivia.

“Todo esto no ha sido resuelto y lleva años”, se lamentó la entrevistada. “Los docentes de Orán que deben ir por Bolivia para llegar a las escuelas argentinas tenían que usar gomones, y lo denunciaron públicamente”, comentó Brezina al tiempo que recordó que la frontera tiene una particularidad: hay personas que viven en ambos lados. Están quienes tienen domicilios tanto en Bolivia como en Argentina y suelen cruzar cotidianamente la línea que divide ambos países. “Son pueblos divididos por una frontera imaginaria. La vida de ellos es en la frontera, no sólo en el tema comercial”, reflexionó.

Antes de finalizar la periodista del norte provincial cuestionó al gobierno nacional y al Ministerio de Seguridad que en más de un año de pandemia y fronteras cerradas no han podido resolver la manera de garantizar el cruce seguro para las familias y docentes que deben entrar a Bolivia para nuevamente retornar a suelo argentino, ya sea para dar clases o para, simplemente, llegar a sus hogares.

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