El gobernador se quejó por la falta de respuesta del laboratorio que debe detectar los casos de coronavirus. El trabajo se hace a pesar del vaciamiento.
Gustavo Sáenz se quejó de la falta de respuesta inmediata del Instituto Malbrán para detectar casos de coronavirus. Lo que el gobernador quizás no tiene en cuenta es la situación de vaciamiento que sufrió el organismo nacional durante la gestión de Mauricio Macri.
El Malbrán debe realizar las pruebas que confirman el virus, sin embargo el trabajo se hace en condiciones irregulares ya que durante el gobierno de Macri se licuó el presupuesto.
Según difundió Minuto Uno, el presupuesto se devaluó un 50 por ciento en comparación al alza de los precios. En 2016 tenía asignado $519 millones y en 2019 tuvo apenas $917 millones, con una inflación del 300% en ese período.
El medio agregó que gran parte de los reactivos y los insumos que se requieren para realizar los test están dolarizados y el proceso de devaluación dejó al borde de la cornisa al Instituto.
Además la estructura es otro reflejo de la situación precaria con pisos que se inundan y laboratorios a medio terminar. Se supo que entre 2015 y 2019 se llevó a $0 el gasto en las condiciones edilicias.
El Instituto también sufrió la reducción del personal mediante jubilaciones, renuncias y retiros voluntarios con una caída del poder adquisitivo del 60 por ciento en cuatro años.
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