El programa incluirá Divertimento para orquesta de cuerdas de Béla Bartók y Sinfonía Nº 30 de Wolfgang Amadeus Mozart, en un concierto que se ejecutará bajo la dirección de Yeny Delgado.
El divertimento es una forma musical neoclásica, popular del S.XVIII, un reminiscente del género barroco del concerto grosso, con elementos de la fuga, que presenta el contraste entre el cuarteto solista y el tutti como un juego permanente.
Béla Bartok escribió esta pieza por encargo de Paul Sacher quien dirigía la Orquesta de Cámara de Basilea. El segundo movimiento es un clásico del carácter bartokiano: la música nocturna, donde refleja su preocupación ante el avance de los nazis sobre Hungría, y su posibilidad de emigrar a EEUU, separándose de su madre.
La música de Mozart es reconocida por su frescura y limpidez. No conoce desmesuras, ni repeticiones. Tiene finura, cortesía y una específica capacidad para calmar los arrebatos y las violencias.
La Sinfonía Nº 30 fue escrita en Salzburgo, hacia 1775. Conforme a las posibilidades técnicas de los instrumentos de la época, solo la música basada en ciertas tonalidades podía incluir trompetas. Es el caso de esta obra, en la tonalidad de re mayor, que presenta dos oboes, dos cornos, dos trompetas y orquesta de cuerdas. Sus primeras ediciones, que se han perdido, incluían timbales, y continuo de fagot y clave.
La cita es el viernes 3, a las 21, en la Parroquia La Merced, (Caseros 858) con entrada libre y gratuita.
