Solo durante la semana pasada fallecieron 8 personas. Una especialista remarca que el fenómeno viene creciendo desde la salida del aislamiento en el mes de septiembre del año pasado.
Se llama Laura Salado. Es periodista e investigadora del Observatorio Vial e integrante de la Fundación Salvemos Vidas. En una entrevista que concedió a la sección local del diario Página 12, Salado resalto que no estamos ante “accidentes”, sino ante situaciones evitables que en 9 de cada 10 ocasiones están relacionadas con la imprudencia de los y las conductores.
Según los datos de la Fundación corroborados por la Policía de Salta, “en los siete primeros meses de 2021 hubo 101 víctimas por siniestros viales en rutas y calles de Salta. De ésos, 55 involucran a motociclistas. Y del total de pérdidas de vidas humanas, 12 fueron menores de 17 años (…) Comparando los siete primeros meses: en 2019 hubo 87, 14 fallecidos menos que en 2021, lo que implica un incremento del 16% en ese mismo período”, destacó el medio citado.
Para Laura Salado, “este fenómeno lo vemos creciente desde principios de año, y viene creciendo desde la salida del aislamiento en el mes de septiembre del año pasado”. Y concluyen que sería uno más de los efectos que provocó la pandemia en cuanto al encierro, generando cambios en los patrones de conductas. “Vemos de golpe mucha gente circulando, que se pasó un largo período sin hacerlo, y que de repente volvió a manejar con todos los sentidos y percepciones modificadas”, detalló, para luego destacar: “la gente está más alterada, con cambios en la forma en que ve la vida, con miedo al contagio, a la enfermedad, con muchas pérdidas familiares producto del covid, y todo eso afecta la psiquis de las personas”.
A esas condiciones personales se suman otras del contexto: una gran cantidad de conductores volvió a circular cuando había perdido la costumbre de encontrarse con centenares de vehículos en las calles; más casos de amaxofobia (miedo a conducir); e incremento del consumo de alcohol en la población en general durante la pandemia. En ese punto, la especialista aseguró que más allá de los inconvenientes en las rutas, la falta de señalización, baches e iluminación que constituyen factores de riesgo más, lo que falta es “conciencia social y colectiva” que se venía construyendo de a poco, aunque “la pandemia también vino a irrumpir”.
