La encuesta realizada por Barrios de Pie en Capital y alrededores muestra además que se abrieron 53 nuevos Centros de Asistencia Alimentaria en los últimos 3 meses.
Bajo el título “Variación en raciones de alimentos entregadas en Centros de Asistencia Alimentaria en contexto de Covid-19”, presentaron los resultados del relevamiento con las comparativas entre los meses de febrero y agosto de 2020. El muestreo se realizó en el total de Centros de Asistencia Alimentaria del Movimiento Barrios de Pie en Salta, San Lorenzo, Rosario de Lerma y Campo Quijano. Ello implicó 85 barrios y en 123 centros comunitarios.
Para el mes de agosto se cuenta un promedio de 19103 raciones alimentarias entregadas de manera semanal a vecinos y vecinas de tales barriadas. Ello implica una variación de 532% con respecto a febrero de 2020. Es decir, en el mes de agosto se repartieron 16081 raciones más que antes de iniciada la cuarentena.
Otro dato que llama la atención de este relevamiento es que en los últimos 3 meses abrieron 53 nuevos Centros de Asistencia Alimentaria. Esto supone un incremento de más del 43%. Es decir, casi se duplicaron los centros de estas características.
Barrio por barrio
Señalan que muchos de estos nuevos centros “se ubican en barrios de sectores medios de trabajadores en relación de dependencia o autónomos ligados directa o indirectamente a sectores castigados”. Incluso indican que “son receptores en su mayoría de nuevos desocupados y jubilados con ingresos por debajo de los costos de vida”. Entre los barrios de Salta Capital que detallan como los más representativos de las condiciones antedichas están Primavera, Libertador, Pilar, Villa Soledad, Villa Mitre, Limache, Santa Ana II, Araoz.
En cuanto a las barriadas cuya situación se ha agravado considerablemente, señalan a 15 de febrero, San Rafael, El Cambio, El Mirador, Las Colinas, Floresta, 20 de junio, San Calixto, Solidaridad, Santa Clara, Fraternidad, San Benito, Santa Mónica, Justicia. Ahí la presencia de trabajadores y trabajadoras informales ha agravado la situación, pues “ven paralizada la changa como forma de ingreso”. Esto conlleva que “la urgencia por acceder al alimento crece de manera exponencial”.
