A pesar de las denuncias que recibe por parte de los sectores más reaccionarios, la profesional que reside en Tartagal hace unas veinte IVE por semana y se convierte en una referente de la lucha de género.
El hospital Juan Domingo Perón de la ciudad de Tartagal tiene a una de las médicas más destacadas de Salta. Es Miranda Ruiz, que con sólo 34 años ya se convirtió en una referente de los derechos de las mujeres y en una enemiga acérrima de los sectores más conservadores de la provincia.
Es que la Doctora Ruiz cumple con la ley. Desde que se aprobó la Interrupción Voluntaria del Embarazo, a fines del año pasado, la médica ya realizó unos 300 abortos legales, una cifra que va en aumento: últimamente hace unas veinte interrupciones por semana.
En agosto, Ruiz fue noticia nacional tras ser denunciada y detenida por haber practicado un aborto. La derecha salteña se encargó y se encarga de asegurar que fue por haberlo hecho sin el consentimiento de la paciente, algo que la médica niega.
«La causal la expresa la paciente. Ella fue valorada por la psicóloga, la trabajadora social, y yo como médica. Se avaló desde la gerencia (del hospital), el jefe de servicio de ginecología, y el supervisor de salud sexual y reproductiva de Salta. Eso está todo escrito en la historia clínica», relató Ruiz en una entrevista reciente con AP.
«Cubro más del 90 por ciento de la demanda (de abortos), por eso mi detención haría imposible el cumplimiento de la ley donde trabajo”, agregó.
«En un momento sentí que si hubiese estado en la Edad Media me habrían quemado», dijo la médica al recordar su detención, que funcionó como un trampolín para que se realicen más prácticas.
«Como (la causa) tomó estado público, no sólo se amplió la cantidad de pacientes que me vienen a ver: va circulando información», dijo.
Según datos de Nación, desde principios de año se han efectuado en todo el país más de 32.700 interrupciones de embarazo en el sector público.
A diciembre de 2020 Argentina contaba con 903 hospitales y otros centros médicos que garantizaban los abortos bajo ciertas causales en el sector público. Un año después son 1243. El medicamento más usado para interrumpir el embarazo es el misoprostol. Este año se distribuyeron más de 46 mil tratamientos. En 2020 fueron 18.560.
