La referente feminista, Irene Cari, repudió las nuevas bases para concursar por un cargo de directora del organismo. Aseguró que la Secretaría de DDHH de Salta está lejos del OVCM que se pensó como rector de los derechos de las mujeres.
Irene Cari preside una organización de mujeres (El Foro de Mujeres) con fuerte presencia en los barrios. El año pasado ganó el concurso para el cargo de Directora del Observatorio de la Violencia contra las Mujeres, pero no puede asumir. Primero, las directoras del organismo denunciaron “vicios” procedimentales; luego la abogada Antonieta Plaza (que participó del concurso y perdió) presentó un amparo para impedir el nombramiento. Argumentó que las ganadoras debían tener títulos universitarios. Ahora la “discriminación” se volvió norma por la decisión de que las postulantes en representación del Ejecutivo posean «título de grado universitario de carrera vinculada a la temática». Conviene recordar que al Observatorio lo conforman representantes de la U.N.Sa., el Senado, Diputados, el Poder Judicial y Organizaciones de la Sociedad Civil y Gobierno de Salta.
Sobre ello habló Irene Cari con el programa Cuarto Oscuro (FM La Cuerda: 104.5). “Nosotras estuvimos en la gestación del Observatorio y en la discusión sobre cómo debería ser. Le pusimos la letra, le pusimos el punto y la coma. Yo me presenté por el Ejecutivo y competí con especialistas. En ese momento las bases del concurso no decían lo que dice ahora. Porque el Ejecutivo representa a un sector del pensamiento político y democrático. Desde mi punto de vista como activista, es aberrante lo que está haciendo Mariana Reyes [Secretaria de Derechos Humanos de Salta]. Para lo académico está la universidad, para la Justicia está la representante de la Justicia. En la cuestión política tenemos a las dos cámaras. Para la cuestión de las bases tenemos todo lo que implica la lucha por la igualdad y equidad de género que son los movimientos sociales. Estaba perfecto porque estábamos representadas, pero no… yo no asumo porque no soy doctora. El Observatorio buscaba una pluralidad de miradas y en donde la representante del ejecutivo no necesariamente debía tener un título académico. Podían ser militantes que, como todas, tenemos capacidad de aprender”, lamentó Cari.
Puesta a opinar sobre cuáles serían los móviles para volver norma un criterio discriminatorio, Cari respondió: “A mí me parece que esta gestión desvirtúa lo que dice la Ley 7.863 en donde está bien clarito en lo referido a la representante del Poder Ejecutivo. Es parte de un ‘feminismo institucional’ que no responde a las necesidades prioritarias del eliminar el femicidio y de trabajar para terminar con la enorme pobreza de las mujeres. No tiene esa mirada. Por eso es feminismo institucional, discriminativo, racista y clasista. Eso es lo que tiene esta compañera a la luz de lo que está imponiendo. Está lejos de aquel momento en el que pensamos al OVCM como el rector de los derechos de humanos de las mujeres, de las niñas y de la lucha contra la pobreza de las mujeres. Evidentemente ella [Mariana Reyes] no lo puede comprender. No puede ser obsecuente a un grupo político cuyo pensamiento es el conservadurismo religioso”, finalizó la mujer que sigue sin acceder al cargo porque cierto feminismo decidió judicializar el caso.
