viernes 29 de marzo de 2024
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Entre la Virgen del Cerro y el asesinato en Parque San Martín: la inseguridad ambiental, física y jurídica en Salta

El asesinato de Nahuel Vilte visibiliza el limbo legal en el que se mueven los puesteros, aunque la situación también atraviesa a la ceremonia turística-religiosa que es otro ejemplo de un mix de inseguridades. (Sandra Carral Garcín)

“Las obras Yo Soy la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús y Yo Soy El Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, son el fruto de las apariciones de la Santísima Virgen María y de Nuestro Señor Jesucristo a la señora María Livia Galliano de Obeid, desde el año 1990 y que continúan hasta la fecha.

Desde el año 2001, por pedido de la Santísima Virgen María, la señora María Livia Galliano de Obeid realiza la Oración de Intercesión durante la aparición semanal de la Santísima Virgen María los días sábados en un cerro del Barrio Tres Cerritos, en la ciudad de Salta Capital […]

Los días sábados, 200 servidores de la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús trabajan desde muy temprano, cubriendo las distintas áreas y cumpliendo las funciones necesarias para que la jornada se desarrolle sin sobresaltos, en perfecta armonía, silencio y oración. No se permite el ingreso de vehículos ruidosos, respetando de esta manera el silencio, recogimiento y oración, que son características de este lugar.”

Extractos de página web* de la Secretaría de Cultura de Salta

En estos días la ciudad de Salta ha sido sacudida por un crimen ocurrido en el parque San Martín donde los llamados puesteros suelen desarrollar sus actividades comerciales. Cualquier transeúnte que tranquilamente buscaba disfrutar de estos días primaverales, podría haberse encontrado en medio de esta violencia lamentablemente con una víctima fatal, o haberse cruzado con el sospechoso huyendo por una calle del centro de Salta.

La inseguridad que nos golpea a todos día tras día es un proceso en crecimiento, ante la desidia e inoperancia de algunos funcionarios a cargo (no todos), municipales y provinciales, que dejan de lado la realidad, para abocarse a actividades, tal vez, de privilegio de clase.

Por ello son repulsivas ciertas declaraciones de funcionarios públicos, a los cuales es necesario recordarles que más que una casta privilegiada, no son más que empleados bien pagados por los dineros públicos, surgidos del sudor y el esfuerzo del pueblo, al cual se encargan de inculpar de todos los males (lo hemos visto y lo vemos con el tema pandémico en cuanto a las restricciones confinatorias, la cuestión vacunal, etc.).

La actualidad de estos sucesos se nutre de un pasado donde alguien que debió ver y prever no vio nada, o no quiso ver… Huelgan los casos, y así día a día, los salteños y quienes nos visitan, quedamos sumergidos en las pantanosas aguas de la inseguridad ambiental, física y/o jurídica.

El caso de la Virgen del Cerro es un ejemplo de un mix de inseguridades por demás escandaloso. Primeramente, para la realización de las obras primarias en relación con la actividad turístico-religiosa no se respetó ninguno de los límites normativos en cuanto a la protección zonal y el tipo de actividades permitidas en el predio y terrenos aledaños. Cuando leemos el texto promocional citado, escrito por algún funcionario público o tal vez un servicio tercerizado, la racionalidad se pregunta: ¿es posible que un funcionario público, avale tales afirmaciones de apariciones marianas secuenciales, con la no exigencia de los requisitos del caso, y además con la facilitación de servicios públicos de cuerpos estatales para su consecución, incluyendo obras públicas -rutas por ejemplo- y subsidios provinciales?

“Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”, una frase antigua pero atinada. La laicidad es fundamental no sólo para el buen desenvolvimiento de los cultos religiosos, también es garantía para cualquier ciudadano del cumplimiento de la ley que es la base de la libertad de culto.

Las numerosas irregularidades en los proyectos que se pretenden llevar a cabo en esta zona en Salta dan cuenta de una complicidad con este armado por medio del oportuno ocultamiento de información, complicidades varias, intereses creados, artilugios que incluyen la evitación de controles debidamente solicitados, además de la demora en llevar a cabo una manifestación fundamental de participatividad como son las audiencias públicas obligatorias por la Ordenanza Ambiental Municipal N° 12.745 (cuando se trata de casos de alto impacto ambiental) y por el Código de Planeamiento Urbano Ambiental (solicitada con al menos 20 firmas de ciudadanos con domicilio en la ciudad de Salta en el caso de proyectos especiales de EIAS -Estudio de Impacto Ambiental y Social).

Nuevamente se están organizando peregrinaciones en un predio que como “actividad colectiva sin fines de lucro” debiera cumplir con las exigencias comunes a toda actividad donde se reúnen personas, para garantizar su seguridad física y jurídica, en lugar de lo cual obra un descargo previo de los mismos organizadores que expresa que “dado que cada peregrino sube bajo su propia responsabilidad, el Santuario no es responsable de situaciones personales, accidentes, etc. Tener en cuenta que no se dispone de ambulancia ni ningún servicio médico”. Aún así, el mismo COE -Comité Operativo de Emergencia- de la provincia de Salta el 2 de diciembre de 2020 autorizó las actividades en el predio con la exigencia del cumplimiento de un protocolo para la Covid-19, pero es de preguntarse a quién compete la responsabilidad de velar por otras seguridades, físicas y jurídicas, en el caso de que situaciones de emergencia, como efectivamente han sucedido, incluso fatales, ocurran.

La función de estado no puede nunca ser una función de fe. Pareciera que todavía no se logra en Salta el nivel de racionalidad necesario para establecer un sistema predictivo, preventivo y correctivo que vaya más allá de los intereses de clase e incluso, de las creencias. Por otra parte, no es posible tolerar el uso de la creencia religiosa, sobre todo de personas vulnerables, para la edificación de negocios que quieren lucrar con la necesidad de la gente, sin ofrecer garantías terrenales tan básicas como son la seguridad física y jurídica.

La máxima autoridad municipal de la ciudad de Salta ha expresado en relación con la violenta actualidad de inseguridad a la cual nos hemos referido: “la muerte de una persona es un límite que nos marca un punto de inflexión a todos, Provincia y Municipio”. Entonces, ¿porqué continuar con las mismas irregularidades una y otra vez?

* Página web (no activa, impresa el 16/03/2017) correspondiente a la Secretaría de Cultura de la Provincia (según respuesta emitida por la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad de Salta)

http://www.saltalalinda.gov.ar/recorridos.php?id_idioma=1&id_pagina=232

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