Desde hace un par de semanas se suceden las noticias de cómo los súper chinos bajan persianas: algunos por un par de semanas, otros hasta fin de mes y otros de manera indefinida. Aunque la situación es muy común en CABA, hay casos en Salta.
El Autoservicio “El Huaico” que se popularizó hace un par de años en esa barriada del norte de la ciudad de Salta, hace semanas que está con las persianas cerradas. Su propietario explicaba a sus clientes hace dos semanas que la baja de consumo afectaba las ventas de manera indisimulable y a eso se le sumó luego las precauciones para evitar el contagio.
No se trata de un fenómeno aislado en el país. Distintos informes dan cuenta que CABA a menos 200 súper chinos decidieron cerrar sus puertas en esta coyuntura. Y aunque se trata de un número menor -a nivel nacional en el país funcionan más de 8000 autoservicios chinos- nadie descarta que la tendencia continúe.
A la hora de explicar qué hay detrás de estos cierres, el diario LA NACIÓN publicó un informe en el día de hoy donde expone una conjunción de causas.
Temor al contagio: el miedo a la pandemia no distingue entre comerciantes y clientes y los chinos explican que no es fácil estar en la línea del frente, más allá de las soluciones más o menos caseras a las que apelan como el uso de guantes y barbijos o las cortinas plásticas en plan bunker que pusieron en las cajas.
Falta de mercadería: los supermercados chinos aducen problemas en el abastecimiento. A los faltantes que eran previos a la instalación de la cuarentena, como los repelentes o el alcohol en gel, en los últimos días se sumaron otros rubros más sensibles: productos de granja y también menos artículos de limpieza, explicó Miguel Calvete, director de la Federación de Supermercados Chinos (Fesach).
Demanda en baja: después del boom de compras de stockeo previo a la implementación de la cuarentena, la demanda se frenó casi de golpe en la última semana. El impacto fue especialmente duro para los chinos que habían visto como el boom de compras les pasaba por al lado (los grandes ganadores de esos días intensos en las góndolas fueron los hipermercados). Ahora se encuentran con el peor escenario: muchos clientes están muy stockeados en sus casas y limitan sus compras en el chino a algún faltante.
Xenofobia: de acuerdo a los datos de la consultora Scentia, después del boom de compras de stockeo en los hipermercados, en la última semana los negocios de proximidad son los grandes ganadores del consumo. ¿Las razones? Las restricciones que aplican las grandes superficies al ingreso de clientes y el temor al contagio de algunos consumidores. Los autoservicios chinos, sin embargo, no se vieron beneficiados por un mayor flujo de clientes y los comerciantes de la colectividad le echan la culpa a una campaña de xenofobia en las redes,
Las clausuras oficiales: a partir de la puesta en vigencia de los nuevos precios máximos para los productos de la canasta que dispuso el Gobierno se multiplicaron los controles y las clausuras de negocios por parte de la Secretaría de Comercio. Los chinos se quejan de que las medidas que se toman contra sus comercios son mucho más duras que con la competencia. «Siempre nos eligen a nosotros para clausurar”, se queja Yolanda Durán, presidenta de Cedeapsa, otra de las cámaras que reúne a los supermercados chinos.
Seguridad: los recuerdos de situaciones de crisis que derivaron en saqueos como los de 2001 o 2013 funcionan como un antecedente cercano para los supermercadistas chinos que fueron las principales víctimas de los ataques.
