Sólo con la quita del beneficio de agua potable a cuarenta de las 550 propiedades que posee el Arzobispado, se ayudaría a 1300 familias de la provincia.
Después de que se conociera que la Iglesia Católica de Salta recibe subsidios de la tarifa de agua para unas cuarenta propiedades que no funcionan como templos, el Ente Regulador de Servicios Públicos está cerca de dejar de financiar esos inmuebles.
«El Arzobispado tiene 550 inmuebles, solamente en cuarenta hemos detectado que no cumplen con la finalidad. Es decir, no son templos, capillas o lugares de culto. Son casas de uso particular, establecimientos educativos que en definitiva cobran una cuota. Y por otro lado hemos advertido que hay algunos inmuebles que son alquilados. Esto quiere decir que si un tercero que no tiene nada que ver con la función de la iglesia consume agua potable, lo tiene que pagar”, detalló Carlos Saravia, presidente del Ente.
En Informate Salta, Saravia dijo que se buscará redirigir la ayuda a los sectores que menos tienen.
«Estos 40 inmuebles representan un costo de 7 millones de pesos anuales, que si lo traducimos en beneficios a familias estamos hablando de que si redireccionamos esto, en un estricto sentido de justicia, vamos a beneficiar a 1300 familias», explicó el funcionario. «Lo que estamos haciendo simplemente es redirigir la ayuda en estos tiempos tan delicados a lo que es el sector que menos tiene, el de la indigencia”, agregó.
Saravia aclaró que la decisión no sería una desavenencia con la Iglesia, porque se respetará el subsidio en aquellos lugares donde se profesa el culto.
La pregunta que surge es cuánta gente podría ser beneficiada si el Gobierno dejara de subsidiar a la Iglesia Católica en la provincia. ¿Está bien o está mal que los salteños financien la religión?
