El candidato a senador provincial había dicho hace dos años que «no se puede convivir con manteros». Ahora se lamenta por la situación de los que poseen un «único ingreso económico para su familia».
El problema con el macrismo a veces es que se le ven los hilos demasiado fácil. No hay elegancia ni para cambiar de postura de golpe y contradecir campañas anteriores. Es una característica muy saliente de Martín Grande, el actual diputado nacional que ahora buscará ser senador provincial del PRO.
Grande se la pasa buscando la manera de pegarle al Gobierno nacional para intentar captar la mayor cantidad de votos posibles. El año pasado pedía «libertad», fogoneaba el incumplimiento de las medidas sanitarias y rechazaba las vacunas mientras fomentaba el uso de sustancias prohibidas. Luego exigió más vacunas, pidió cuidados. Siempre apuntando al gobierno de Alberto Fernández como responsable.
Ahora Grande vuelve a apuntar al Frente de Todos y otra vez se muestra contradictorio con sus propias declaraciones. «Pedir a la población un esfuerzo económico más, cuando el Gobierno no renuncia a ningún privilegio, es tener muy poca vergüenza», escribió este lunes en su cuenta de Twitter y se mostró solidario con «los comerciantes que bajaron sus persianas». Ayer, además, escribió: «Hoy me contaban del llanto de un vendedor en Salta viendo que le levantaban su puesto de comida, único ingreso económico para su familia. Tremendo!».
Lo raro es que en 2019 no parecía muy interesado con lso trabajadores que tenían un «único ingreso económico para su familia». Ese año Grande quería ser intendente y criticaba a los manteros, un sector de los más golpeados por la pandemia y la economía en general.
«No tengo medias tintas en este tema. No se puede convivir con vendedores ambulantes y manteros en el centro. Es una decisión tomada si llego a ser intendente. Vamos a volver al orden, hay que defender al que paga impuestos», decía en ese momento, en plena campaña, tal como está en este momento.
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