La obra de Marcelo Berbel se hizo famosa gracias a León Gieco.
«Tal vez nunca meditó que usted con esas dos manos asiste a pagos lejanos dándole luz y calor, que también mueve el motor, y anda el cielo y anda el mar, autopistas de ciudad y las comunicaciones, sin saber por qué razones nada viene y todo va», escribió el neuquino Marcelo Berbel, autor de más de 2500 canciones. Era una de las estrofas de «El embudo», la milonga que escribió en honor a la Patagonia, a sus trabajadores y donde reflejó de manera certera algo que sucede en todas las regiones del país: el saqueo de los recursos naturales que hacen las empresas multinacionales.
«El embudo» se hizo conocida en 1997, cuando León Gieco la incluyó en su disco Orozco y la interpretó junto a un seleccionado de músicos del rock argentino como Divididos, Gustavo Santaolalla, Ricardo Iorio, Chizzo e Iván Noble. Lo convirtió en un blues pesado con mezcla de baguala que comenzaba con un recitado de Mercedes Sosa.
‘“El embudo’ es un tema que yo ya tenía. Lo recité en su momento y no pasó nada. Le llegó a Gieco y ahora se conoce en toda América. El destino de la palabra es misterioso”, decía Berbel, según informaba Página 12.
El autor falleció en abril de 2003 y según recordó el matutino porteño, fue tildado de «zurdo» por María Julia Alsogaray. A más de veinte años del comienzo de su popularidad, «El embudo» es una obra que permanece vigente.