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Emergencia | Salta, donde las ambulancias se rompen, no llegan o no alcanzan

Breve repaso a distintos casos de los últimos años en los que el sistema de Salud falló y perjudicó a los habitantes de las comunidades.

La situación de emergencia social y sanitaria que viven las comunidades del norte de la provincia no es nueva, lleva décadas. Hacer un repaso minucioso de los distintos casos en los que la gente se vio perjudicada por el mal servicio podría ocupar muchísimas páginas de un libro interminable.

Aquí le presentamos apenas algunos episodios en los que las ambulancias no llegaron, se rompieron o no tenían quién las manejara. Un reflejo crudo de lo que sucede todos los días y siempre perjudica a los que menos tienen.

2009:

Un informe interno de la Secretaría de Igualdad de Oportunidades del Ministerio de Derechos Humanos de la provincia aseguraba que hacía falta incorporar vehículos para tener una movilidad acorde por toda la provincia. El texto señalaba que los profesionales se veían sometidos a la disponibilidad de los autos y camionetas del Ministerio, que en muchas oportunidades estaban detenidos durante casi todo el día a disposición de funcionarios de mayor peso. Entre febrero y junio de 2015 la misma Secretaría dejó sin tratar 52 casos en distintas localidades por falta de movilidad.

Octubre de 2014:

Un chofer del SAMEC aseguraba que las ambulancias del servicio médico provincial tenían problemas de frenos y motores que se recalentaban. Agregaba que las autoridades estaban al tanto de las fallas pero no las solucionaban.

El empleado contaba por Radio Salta que las ambulancias también carecían de luces y presentaban otros problemas, incluso una dejó de funcionar mientras transportaba de urgencia a un paciente.

Noviembre de 2015:

Una auditoría sobre el hospital Juan Domingo Perón de Tartagal revelaba que el lugar era un increíble desastre.

El informe mostraba que por entonces el servicio de movilidad del hospital disponía de ocho ambulancias y dos unidades afectadas a servicios generales. De las ambulancias, cuatro se encontraban en servicio, tres en taller para reparación y una con pedido de baja.

La única ambulancia de alta complejidad disponible tenía un equipo básico e incompleto. Carecía de equipos de asistencia cardiovascular y de asistencia de trauma. Las ambulancias restantes, de mediana complejidad, no tenían elementos básicos de diagnóstico.

Junio de 2017:

Una joven mujer y su bebé de la comunidad wichi de Pozo El Bravo murieron cuando se trasladaban al hospital de Tartagal. La ambulancia había demorado cuatro horas en llegar hasta el lugar en el que se encontraban.

La mujer estaba por dar a luz y sufrió un ataque de presión alta que motivó un pedido de ambulancia al hospital de Alto La Sierra. Ante la falta de un vehículo, debieron solicitarlo en Santa Victoria Este. Tras cuatro horas de espera, la ambulancia llevó a la mujer y al bebé a punto de nacer. Ambos fallecieron en el camino.

Pedro Lozano, del pueblo wichi, dijo en Nuevo Diario que en Santa Victoria Este “no quisieron salir rápido a buscar a la señora”. “Son costumbres de esta gente dentro del Hospital: cuando alguien llama, si es aborigen dicen ‘que esperen, mañana vamos’. Si era criollo hubieran pedido un vuelo sanitario, porque era de gravedad. No hicieron el traslado correspondiente”, aseguraba.

Marzo de 2019:

Una joven de 16 años que vivía en la comunidad wichí de Vertiente Chica falleció al momento de dar a luz. Sus padres habían llamado a la ambulancia tres veces desde las diez de la mañana. El vehículo llegó a las 15.

Cuando llegó la asistencia ya era tarde. La joven falleció durante el parto.

Tras la muerte, los habitantes del lugar aseguraron que cualquier vehículo podía realizar el trayecto en cuarenta minutos.

Agosto de 2019:

El gobierno de la provincia envió una ambulancia para General Pizarro. Todo fue alegría hasta que los pobladores de la zona notaron que el Ministerio de Salud no había designado a nadie para trabajar en la salita.

La ambulancia estaba pero no había chofer. Tampoco médicos. Apenas una enfermera.

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