Sonó para alertar la necesidad de asilamiento.
A las doce de la noche Salta se sumó al asilamiento obligatorio ordenado por el presidente Alberto Fernández y por un momento el centro de la ciudad pareció el escenario de una novela apocalíptica, el paso previo al fin del mundo tal como lo conocemos.
La sirena del diario El Tribuno instalada frente a la plaza 9 de Julio sonó a las doce, durante el comienzo de la cuarentena que se mantendrá hasta el 31 de marzo por lo menos.
El sonido intentó alertar sobre la necesidad de aislamiento pero también sonó a una alarma desesperada de último momento, la misma que suele escucharse cuando las imágenes del Señor y Virgen del Milagro.