miércoles 24 de abril de 2024
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Diego Maita | “Es una vergüenza que la U.N.Sa. no pueda garantizar un servicio de internet digno”

El Secretario General de ADIUNSA adelantó que las clases podrían volver a fines de agosto con encuentros presenciales y remotos. Lo seguro es que la pandemia demostró que esa casa de estudios está lejos de un ingreso pleno a la era de internet.

Una larga charla mantuvo hoy el docente universitario con el programa Cuarto Oscuro que se emite por la señal de FM La Cuerda (104,5). Allí fue consultado si existen precisiones sobre cuándo volverán las clases en la U.N.Sa. Tras aclarar que aun rige la resolución que suspendió las actividades académicas y administrativas, los trascendidos de pasillo dan cuenta de que el retorno podría ocurrir a fines de agosto e incluso a mediados de septiembre.

“Cuando hablamos de esto lo hacemos de las clases presenciales, porque desde el 16 de marzo para acá en varias facultades – algunas más que otras – se avanzaron en el dictado de clases virtuales. Ahora entendemos que se está dando un debate en torno al retorno con la bimodalidad: es decir, una parte presencial y otra virtual siguiendo los protocolos que vayan marcando las autoridades sanitarias. Algo que no deja de ser complejo por la realidad que posee la Universidad Nacional de Salta”, manifestó.

El programa compartió con el secretario General de ADIUNSa la impresión que muchos tienen sobre lo que ocurre en el ámbito universitario: que las clases virtuales responden más a los esfuerzos personales que a un plan institucional. “Sí. Para bien o para mal, muchas veces se trataron de esfuerzos voluntarios. El famoso voluntarismo: ponerle buena onda y actitud, pero sin un criterio y un programa institucional. Por eso hay un gran desgaste y una situación en donde hemos trabajado mucho más del tiempo por el que se nos paga. De allí que hay momentos de mucho cansancio y sin respuestas por parte de las autoridades en torno a la falta de recursos que padecemos: desde computadora, sillas conformes a lo que marca el protocolo e incluso conexiones a internet. En ese sentido el abandono de la Universidad ha sido tremendo. Lo único que hubo fue un par de convocatorias a cursos online sobre cómo manejar herramientas de educación a distancia. Después, la universidad brilló por su ausencia”, sentenció.

Puesto a opinar si los avances individuales que experimentaron los docentes en materia de educación a distancia debidamente incorporados a planes institucionales redundarán en beneficios para el futuro inmediato, Maita se mostró pesimista: “Creo que para el conjunto no hay forma de pensar que lo que en este tiempo se cubrió sirva para el todo. Ello porque tenemos un porcentaje de docentes que no tiene ni los tiempos, ni la infraestructura ni las posibilidades de conectarse, pero mucho mayor aun es la cantidad de estudiantes que no pueden hacerlo. Ahí se encuentra uno de los focos en los que queremos poner atención, porque siempre luchamos para que la educación pública no sea elitista. Y aun cuando cientos de compañeros sienten lo mismo, esta situación dejó a muchos estudiantes – en los hechos – por fuera de las clases virtuales. Hoy no se tiene cómo garantizar ese aspecto y por ende el rol social de la universidad se pierde y se direcciona a minorías que cuentan con la posibilidad”, lamentó.

“¿Es una ficción entonces el eslogan que asegura que hace 30 años transitamos una era de internet?”, fue la pregunta del programa tras el diagnóstico del docente. “Ahí veo un elemento micro y otro macro. El micro es que es una vergüenza que la U.N.Sa. no pueda garantizar un servicio de internet digno adentro de la universidad. Por momentos sigue estando en el lugar de hace 20 años: el cable LAN en la pared de algún box para que vayas con tu compu cuando muchas computadoras ya vienen sin cable de red. Hay áreas, institutos o departamentos que tienen un buen servicio, pero no es la regla”, lamentó.

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