El historiador relató las tensiones al interior del peronismo de aquellos años que llegaron a su clímax cuando el vicegobernador, Olivio Ríos, pretendió aprovechar la ausencia del gobernador para quedarse con la administración del gobierno.
“Olivio Ríos era el vicegobernador de Miguel Ragone, quien pertenecía a un sector de gobernadores que muy rápido fue apuntado como antagónico por los sectores más ortodoxos del peronismo, que en esos momentos estaban adentro del PJ, en la CGT y en las 62 Organizaciones peronistas”, contó Daniel Escotorín en su columna semanal en Cuarto Oscuro (FM Capital 97.7).
Escotorín explicó que “Ragone estaba identificado con la tendencia revolucionaria a pesar de que él no hacía muy explícita su cercanía”, mientras que “Ríos provenía del sindicalismo, de los telefónicos”. Fue otro caso de una fórmula compuesta por sendas tendencias, tal como se dio en Córdoba con Ricardo Obregón Cano y Atilio López, y en Buenos Aires Oscar Bidegain y Victorio Calabró.
El 1 de mayo de 1974, Perón convoca al acto en plaza de mayo y los enfrentamientos con la tendencia sindical. En ese momento, Ragone estaba en Buenos Aires; “aprovechando eso, Ríos empieza tomar decisiones y actitudes propias de un gobernador. Todos los movimientos opositores a Ragone aprovecharon esa situación para alinearse atrás de Ríos”.
El 8 de mayo el gobernador regresa a Salta, en esa ocasión quienes lo apoyaban se agolparon en el aeropuerto para recibirlo. “A partir del masivo apoyo popular, Ragone retoma la conducción del Ejecutivo provincial”.
Al respecto del centenario del natalicio de Eva Duarte de Perón, el historiador invitó a la reflexión: “Ayer se conmemoraron los 100 años del nacimiento de Evita, y en esa ocasión me quedaron algunas inquietudes que las comparto ahora: ¿quiénes reivindican hoy a Evita? ¿Cuál Evita es la que se reivindica?”.
