viernes 19 de abril de 2024
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Historia del grupo Gloria, la multinacional que cerró el ingenio San Isidro que hoy fue tomado por los trabajadores despedidos  

Encabezados por el secretario general del gremio, Mariano Cuenca, trabajadores despedidos tomaron las instalaciones a la espera de que el gobierno tome medidas que les devuelva los empleos.

La medida no puede sorprender porque desde la semana pasada se anunciaba que la paciencia de los trabajadores se agotaba ante la pasividad del gobierno y la propia empresa para resolver el tema que dejó sin empleos a más de 700 trabajadores. Algunos aventuraban cortes de ruta pero finalmente la toma de la instalación fabril fue la medida adoptada por los obreros que temen quedarse sin materia prima para procesar ya que los productores independientes están por vender su caña a los ingenios jujeños.

En ese marco recordamos que fue el grupo peruano Gloria S.A quien dispuso el cierre en enero pasado, luego de que iniciara un Proceso Preventivo de Crisis luego aceptado por el gobierno nacional. Gloria S.A. posee una subsidiaria -Corporación Azucarera del Perú S.A.- que adquirió el 60% del paquete accionario del ingenio San Isidro S.A. hace años.

Historia

De lo que no caben dudas es que Gloria S.A. es un agente poderoso. Su historia se remonta al Perú del año 1941 cuando se inició con la fabricación de leche evaporada. Con una producción nada despreciable pero enfocada en el territorio incaico, su historia dio un giro en el año 1986, cuando una empresa familiar de transporte peruano -José Rodríguez Banda S.A.- adquirió el porcentaje mayoritario de las acciones.

Uno de los líderes del clan es un hombre cuyo nombre recuerda a uno de los clásicos personajes de la literatura gansteril: Don “Vito”. Pero este Vito no es Corleone, sino Vito Modesto Rodríguez Rodríguez, el personaje que desde el 7 de mayo del año 2007 ocupa la vicepresidencia del grupo. La presidencia, mientras tanto, la ejerce su hermano: Jorge Columbo Rodríguez Rodriguez, un ingeniero industrial que ha cumplido el sueño de todo hijo genuino de una burguesía peruana que, dueña de poderosos medios de producción, alberga también un sentimiento de castas en donde la movilidad social parece una mala palabra en una país en donde una elite rica y reducida, convive con una clase media casi inexistente y una sobredimensionada mayoría de pobres con escasos derechos sociales y laborales.

El antes y después de Gloria S.A. se gestó en los 90. La década en que el presidente peruano Alberto Fujimori declaraba su admiración por un menemismo argentino al que imitó en casi todo lo referido a la privatización de las riquezas nacionales y el encumbramiento de grandes pulpos económicos.

Gloria S.A. empezó entonces un proceso que en economía se denomina de “concentración” y “centralización” del capital. Lo primero se vincula con el proceso por medio del cual, ciertas firmas económicas van copando una determinada rama de la producción. Ese camino puede rastrearse en la página web de la propia corporación que entre 1993 y 2005 fue acaparando numerosas firmas dedicadas a la producción de lácteos. La nómina incluye a una docena de peruanas y otras de Bolivia, Puerto Rico, Colombia, Ecuador e, incluso, Argentina, cuando en el 2006 culminó la construcción de las instalaciones de la Compañía Regional de Lácteos Argentina S.A. –CORLASA-, establecida en febrero de 2005 mediante la compra del 50% de acciones de lo que era Lácteos Santa Fe.

Pero aparte de “concentrar” capital, Gloria S.A. también lo “centralizó”. Y es que, no conforme con tener incidencia en una rama determinada de la economía, expandió su presencia a otras ramas de la estructura económica. El proceso empezó también en los 90 cuando el grupo incursiona en los rubros de analgésicos, antiácidos y laxantes; consolida su participación en el transporte; lidera el mercado de helados, caramelos, chocolates, galletas, panetones; se inmiscuye en el mercado de cajas de cartón corrugado; aprovecha el proceso de privatización de empresas estatales impulsado por Fujimori y compra la empresa Cementos Yura S.A. de la ciudad de Arequipa y luego Cemento Sur S.A., ubicada en Puno (sur de Perú).

A partir del año 2006, se introduce en el negocio del azúcar. La subsidiaria Corporación Azucarera del Perú S.A. obtuvo el 45% de acciones de la Empresa Agroindustrial Casa Grande S.A.A., que ubicó al Grupo como líder del mercado azucarero del Perú y consolidó la situación en mayo de 2007 al adquirir el 52% de acciones del Complejo Agroindustrial Cartavio S.A, previo aterrizaje en Salta cuando compra del 60% de las acciones del Ingenio San Isidro.

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