La caída es de alrededor del 70% y la situación afecta a editoriales grandes, medianas y pequeñas. Otro dato pincela la dramática situación: en el 2011 el precio promedio de un ejemplar era de 72 pesos, mientras hoy el promedio es de 655.
“La tormenta perfecta” es el título del trabajo realizado por Nicolás Sticotti a partir del segundo informe sobre la Situación de las industrias culturales en Argentina en el período 2015/19, elaborado por el Centro Universitario de las Industrias Culturales Argentinas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV).
Allí se indica que la cantidad de títulos editados se mantuvo en los últimos cinco años – un promedio de 28.000 por año – pero la cantidad de ejemplares disminuyó drásticamente: de 128 millones en 2014 a 43 millones en 2018. Otras comparaciones que pincelan la situación son las que siguen: en el primer semestre de 2019 se registraron 18,6 millones de ejemplares, un 55% menos que en 2015; en septiembre de 2019 se podían comprar 23,9 libros con el salario mínimo, vital y móvil (15.625 pesos, según el INDEC) a un precio promedio de 655 pesos cada uno, mientras en el 2011 se compraba 31,9 libros con un sueldo mínimo de 2.300 y a un precio promedio de 72 pesos.
No obstante, el informe publicado por el diario Página 12 destaca el retraso de los precios de los libros –que no aumentaron acompañando los índices de inflación- y la pérdida de rentabilidad del sector. “La caída de las ventas de estos últimos cuatro años no permite nuevos reacomodamientos de precios –plantea Sticotti, coordinador del CUICA- En este sentido el valor del libro argentino medido en dólares está muy por debajo del promedio histórico. Hoy los libros argentinos promedian 11 dólares, contra unos 17 dólares de los años anteriores”.
