Los siete policías implicados en la muerte de Daniel Solano en 2011 estaban en libertad porque la condena no estaba firme. Ayer la Corte Suprema de Justicia ratificó las condenas a prisión perpetua para todos.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha confirmado las condenas a prisión perpetua de siete policías de la provincia de Río Negro por el homicidio agravado por alevosía de Daniel Solano, un trabajador rural salteño desaparecido y asesinado hace más de una década. Sandro Gabriel Berthe, Pablo Federico Bender, Héctor César Martínez, Juan Francisco Barrera, Pablo Andrés Albarrán Cárcamo, Pablo Roberto Quidel —el único que no apeló— y Diego Vicente Cuello deberán ahora cumplir sentencia tras las rejas.
Los condenados esperaban el fallo del máximo tribunal en libertad, después de estar más de tres años en prisión preventiva. La resolución dictada el martes rechazó las quejas presentadas por seis de los siete policías condenados, que habían interpuesto recursos extraordinarios. Todos deberán ir a prisión tras quedar agotadas todas las instancias recurribles y quedar efectiva la decisión que los encontró responsables del homicidio agravado por alevosía.
Durante el proceso penal, se habían evaluado múltiples pruebas, entre las cuales se encontraban 25 declaraciones testimoniales, que establecieron que en la madrugada del 5 de noviembre de 2011, un grupo de policías sacó a Solano del boliche, lo golpeó y lo ingresó a un patrullero Ford Ecosport, momento que pasó a ser la última vez que se vio a la víctima con vida. Los apremios ilegales, los golpes a detenidos y los abusos eran habituales en la Comisaría 8° de Choele Choel, a la cual reportaban los condenados, según contextualizó la sentencia condenatoria.
Por otro lado, la querella en representación de la familia Solano sostuvo durante todo el proceso que la razón del homicidio tuvo que ver con algunos reclamos por mejoras en las circunstancias en las que la víctima y sus compañeros desarrollaban sus tareas en la cosecha. En ese sentido, se pudo comprobar que unos días antes de ser secuestrado el joven salteño se había quejado de las condiciones laborales y estaba organizando a sus compañeros para reclamar mejoras salariales.
La Justicia provincial había dispuesto la detención de los 7 policías involucrados el 19 de julio de 2012 y luego su liberación el 3 de agosto de 2015 tras cumplirse más de tres años con prisión preventiva en la Unidad Penal 1 de la ciudad de Viedma y luego en una unidad carcelaria menor de la localidad de Lamarque. Con esta decisión de la Corte Suprema, los familiares de Daniel Solano han visto justicia por fin después de más de una década de luchar por su memoria y su derecho a la verdad.
