El Banco Mundial proyecta un escenario precario para la economía argentina en medio de la desaceleración global, pronosticando una caída del 2% en 2023, seguida de una modesta recuperación del 2,3% en 2024.
El informe más reciente del Banco Mundial sobre Perspectivas económicas mundiales destaca una marcada desaceleración del crecimiento mundial y un aumento de las tensiones financieras en los mercados emergentes y en desarrollo. Estos factores han llevado a una revisión a la baja de las perspectivas de crecimiento de Argentina, pasando de un pronóstico de crecimiento del 0% a una caída del 2% en 2023.
El presidente del Grupo Banco Mundial, Ajay Banga, enfatizó que la creación de empleo se vuelve más difícil debido al crecimiento más lento. Banga destacó que las previsiones de crecimiento no son inevitables y que existe la oportunidad de revertir la tendencia, pero se requiere un esfuerzo conjunto.
Además, el informe resalta que uno de cada cuatro mercados emergentes y economías en desarrollo ha perdido acceso a los mercados internacionales de bonos debido a las condiciones crediticias restrictivas. Esta situación se agrava para los países con vulnerabilidades subyacentes, como una baja capacidad crediticia. Las proyecciones de crecimiento para estas economías en 2023 son menos de la mitad de las previstas hace un año, lo que las vuelve especialmente vulnerables a futuras perturbaciones.
El Banco Mundial advierte que la economía mundial se encuentra en una situación precaria, con un comercio que se espera que disminuya a menos de un tercio del nivel anterior a la pandemia. Además, la presión de la deuda está aumentando en los mercados emergentes y en desarrollo debido al incremento de las tasas de interés.
Para fines de 2024, se estima que la actividad económica de estas economías será alrededor de un 5% menor que los niveles proyectados antes de la pandemia. Esto tendrá un impacto significativo en los países de ingreso bajo, donde más de un tercio de ellos seguirá experimentando niveles de ingresos per cápita inferiores a los de 2019, lo que agravará la pobreza extrema en estas naciones.
