miércoles 17 de abril de 2024
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Ambientalistas piden alternativas sustentables | La reactivación del ferrocarril sigue tumbando árboles en el NOA

Revelan que el Ministerio de Transporte de la Nación abrió dos nuevas licitaciones para comprar 47.692 durmientes de quebracho blanco y colorado. Desde el 2013 se compraron casi 2 millones y medios de esos durmientes.

La cifra representa la tala de más de 2 millones de quebrachos de entre 60 y 80 años de edad. Así lo indicaba en agosto pasado el informe “En vías de extinción. La sobrexplotación del quebracho para la red ferroviaria argentina”. El documento fue publicado oportunamente por la organización ambientalista Greenpeace que destacaba el rol clave que poseen los trenes para avanzar en un sistema de transporte de bajo impacto ambiental, pero pedían abandonar el uso del quebracho con el objeto de no destruir bosques.

Aquella vez y en base al análisis de las licitaciones de las empresas ferroviarias Belgrano Cargas y Logística S.A. (BCYLSA), Administración de Infraestructura Ferroviaria S.E. (ADIFSE) y Operadora Ferroviaria S.E. (SOFSE), Greenpeace indicó que desde el año 2013 se realizaron licitaciones para la compra de 2.388.965 durmientes de quebracho colorado y blanco. Esa cantidad implicaba un impacto significativo en los bosques nativos, ya que representa al menos 1,5 millón de árboles de quebracho extraídos de la región chaqueña que incluye a Salta, aunque hoy las provincias de Chaco y Santiago del Estero concentran la producción de durmientes de los últimos años.

Hoy Greenpeace volvió a referirse al respecto al revelar que el Ministerio de Transporte de la Nación abrió dos nuevas licitaciones que incluyen la compra de 47.692 durmientes de quebracho blanco y colorado. “Se siguen talando quebrachos para el reemplazo de vías de tren, algo que es completamente irracional y resulta un verdadero crimen. Para que pueda utilizarse para tal fin, la especie demora entre 60 y 80 años en crecer, y prácticamente se sacrifica un árbol por durmiente. Durante las últimas décadas la deforestación y la tala indiscriminada han colocado a la región del Gran Chaco al tope de los índices globales de pérdida de bosques nativos. Es necesario el abandono de los durmientes de quebracho en forma definitiva”, señaló Noemí Cruz, coordinadora de la campaña de Bosques de Greenpeace.

“Los durmientes de hormigón y sintéticos o compuestos son alternativas que pueden ser utilizadas en reemplazo de la madera para tareas de mantenimiento y renovación de vías; y muchos pueden producirse de la cadena de reciclado. Múltiples experiencias y estudios en todo el mundo demuestran que las alternativas a la madera son una realidad: India, Estados Unidos, Brasil, México”, resaltan desde la organización.

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