jueves 18 de abril de 2024
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8M/ Los números de la violencia machista

La Casa del Encuentro presentó ayer el décimo informe Anual de Femicidios en Argentina. Entre el 2008 y 2017 hubo un femicidio cada 30 horas, con un total de 2679 asesinadas y 3378 hijas o hijos que quedaron sin madres.

A un día del segundo Paro Internacional de Mujeres, la Asociación Civil La Casa del Encuentro reveló el décimo Informe Anual de Femicidios en Argentina. Allí quedaron expuestos los datos más desgarradores de la violencia machista en el marco del evento titulado “Alianza contra el Femicidio en la Argentina”, realizado en el Anexo C de la Cámara de Diputados.

Los números dan cuenta que 2679 mujeres fueron víctimas fatales de la violencia machista entre 2008 y 2017; en más de un 51% de los casos las víctimas fueron asesinadas en sus casas; en el 62% de los casos el femicida era la pareja o ex pareja de la víctima  y en el 83% por ciento de los crímenes el femicida conocía a la víctima. Acá conviene precisar ese porcentaje: 1016 femicidios fueron perpetrados por esposos o parejas dela víctima; 645 por ex esposos o ex parejas; 211 por vecinos o conocidos; 129 por padres o padrastros; 167 por “otros familiares”; 57 por hijos o hijastros; 5 por prostituyentes.  A esto debemos suamr otro dato alarmante: este tipo de crimen dejo un total de 3378 hijas e hijos sin madres, de los cuales más de un 66% ciento son menores de edad.

“No pensemos en un número. Son mujeres que fueron asesinadas; mujeres que no murieron por accidentes, no murieron por una enfermedad. Alguien decidió matarlas y las mató”, sostuvo Ada Rico, la presidenta de La Casa del Encuentro.

Que muchos de los femicidios eran hechos evitables lo confirma otra de las citas destacadas: en más de un 14% de los casos existían denuncias de las víctimas contra los agresores. Fueron 278 los casos registrados por el Observatorio en los que había “denuncias realizadas y/o exposiciones previas por violencia”, y 105 casos “con medida cautelar de expulsión o prohibición” vigentes.

El sitio del hecho fue otra de las variables en las que hizo hincapié para enfatizar que el lugar más peligroso para una mujer que está atravesando una situación de violencia es su hogar y no es la vía pública. En más de un 51% de los casos las víctimas fueron asesinadas en el hogar en donde ella vivía con el femicida, o en el hogar que la mujer quiso construir después de separarse del victimario. Los datos duros indican lo siguiente: 711 femicidios ocurrieron en la casa de la víctima; 665 ocurrieron en la “vivienda compartida con el femicida”; 102 en la casa del victimario; 20 en “otra vivienda”; 209 en la vía pública; el lugar de trabajo fue escenario de 47 femicidios; 177 casos se dieron en descampados o terrenos baldíos.

También se dieron a conocer las modalidad de perpetuación de los femicidios: las víctimas baleadas fueron 719; las apuñaladas 633; las asesinadas a golpes 413; las estranguladas 211; las incineradas 135; las degolladas 132; las asfixiadas 110, entre otras formas. Ada Rico, presidenta de la asociación, subrayó que hubo 154 femicidios en los cuales los victimarios pertenecían a fuerzas de seguridad o que habían pertenecido y estaban retirados. “El policía una vez que se retira sigue manteniendo el arma, es policía por siempre. Entonces, si además de ser policía es agresor, asesina a las mujeres. Ahí tendría que implementarse alguna medida; los policías no pueden tener armas de fuego si existe cualquier indicio de violencia de género”, denunció.

Según la investigación, la cantidad de víctimas con indicios de abuso sexual fue de 262 y las mujeres asesinadas “con presunción de prostitución o trata” fueron 81. Rico señaló que sobre estos casos quedan muchos interrogantes. “Fueron mujeres encontradas asesinadas, semidesnudas, en las rutas de nuestro país. No hay culpables ni detenidos”, advirtió. Algo similar ocurrió, según ella, con las 29 víctimas mujeres pertenecientes a pueblos originarios registradas y los 101 casos de “femicidios y travesticidios de mujeres y trans migrantes”.

Por otro lado, el informe hizo particular énfasis en las víctimas colaterales de los femicidios. Este grupo fue dividido entre los “femicidios vinculados de hombres y niños”, que fueron 268, y las “hijas e hijos que quedaron sin madres”, que alcanzaron un total de 3378, entre los cuales 2161 son menores de edad. Según explicó Rico, los femicidios vinculados de varones son “asesinatos en los que el motivo central era la mujer”. “Se trata de crímenes en los que las víctimas quedaron en la línea de fuego al intentar defender a la mujer o, en caso de niños o niñas, asesinados para causarle dolor a una mujer”, detalló.

Luego de describir esta realidad de los femicidios, remarcó la necesidad urgente de que el Congreso Nacional “trate la ley de reparación económica para los familiares de las víctimas, que piensen cómo le van a modificar la vida otorgándoles el equivalente a un haber jubilatorio como mínimo a cada niño, niña y adolescente, además de una cobertura integral de salud”. Finalizada la presentación, la presidenta de La Casa del Encuentro agradeció a las hermanas de Adriana Marisel Zambrano, Myriam y Mercedes, que participaron del evento, y “a todas las personas del movimiento de mujeres y al movimiento feminista”. Rico afirmó que “con estas personas compartimos la lucha día a día en distintos lugares, con distintos temas. Pero hay algo que nos une a todas: nuestro enemigo es el patriarcado”.

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